El arzobispo de Pamplona dice que ante la crisis la Iglesia "quiere comprender y acompañar a los que lo pasan mal"

Actualizado: domingo, 6 marzo 2011 11:58

Destaca que la labor de la Iglesia en Cáritas es "un ejemplo de la cercanía de una madre con los que más sufren"

PAMPLONA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, ha afirmado que ante la crisis la Iglesia "quiere estar ahí, quizás no para solucionar todos los problemas, pero sí para comprender, acompañar y solidarizarnos con los que lo pasan mal".

"Hay a nuestro alrededor muchas personas que tienen graves dificultades económicas y serios problemas de supervivencia. Y que más de uno se plantea severas dudas sobre la existencia de Dios, sobre su Providencia, sobre el sentido del cristianismo, pero ahí quiere estar la Iglesia", ha destacado Francisco Pérez, durante su homilía con motivo de la misa de la primera Javierada de 2011.

El arzobispo de Pamplona ha incidido en que "ser cristiano es tomar cada día la decisión de seguir a Jesús con radicalidad y firmeza" y ha recordado que "Jesús anunció a sus discípulos que vendrían lluvias, vendavales, tribulaciones", pero que "el discípulo tiene que ser sabio y edificar sobre roca para que la casa no se tambalee".

"No hablamos de política ni de economía, pero somos conscientes de que estos tiempos no son favorables", ha reconocido monseñor Pérez, quien ha insistido en que la Iglesia quiere, ante estos tiempos de crisis, "ser sembradores de paz y de alegría" y "el hombro donde pueda apoyarse todo el que sienta que se le doblan las rodillas de la fe". "La labor de la Iglesia en Cáritas es un ejemplo de la cercanía de una madre con los que más sufren", ha sentenciado.

El arzobispo de Pamplona ha puesto de relieve que "con frecuencia" le preguntan si "el cristianismo no está superado y si se puede aún hoy razonablemente ser creyente", a lo que ha contestado que, como dijo el Papa Juan Pablo II en su visita en 1982 a Javier, "cristo necesita a los jóvenes y os llama, para ayudar a millones de hermanos vuestros a ser plenamente hombres y a salvarse".

"Vivid con esos nobles ideales en vuestra alma y no cedáis a la tentación de ideologías de hedonismo, de odio y de violencia que degradan al hombre", ha señalado el arzobispo de Pamplona, quien ha destacado que el "modo de honrar" al "gran Juan Pablo II" es "escuchar y poner en práctica su invitación, especialmente cuando estamos a pocas fechas de verle declarado beato en mayo".

Al inicio de la eucaristía, que ha comenzado a las 10 horas en la explanada del Castillo de Javier, se ha dado lectura a un mensaje enviado por Benedicto XVI, en el que el Papa saluda "cordialmente a los participantes en las Javieradas 2011" y les anima a "dejarse conducir por la luz de la fe, para que, unidos a Cristo, estén siempre dispuestos a caminar con él construyendo el reino de Dios".

ATENCIONES SANITARIAS

Miles de peregrinos han participado en esta primera Javierada de 2011, bajo el lema 'Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe', en la que el dispositivo especial coordinado por la Agencia Navarra de Emergencias atendió este sábado a un total de 1.056 personas.

La mayor parte de las atenciones dispensadas a los caminantes fueron motivadas por ampollas en los pies, necesidad de masajes, lavados o curas, reparto de botellines de agua y esguinces de tobillo. La peregrinación transcurrió con normalidad y no se produjeron incidentes extraordinarios, según han informado desde el Gobierno de Navarra.

Los equipos sanitarios que han formado parte del dispositivo organizado para la primera de las Javieradas de este año sólo han tenido que trasladar a cuatro caminantes a centros de salud entre el viernes y el sábado.

Por rutas de peregrinación, en el tramo de Pamplona a Javier los voluntarios han atendido a 381 caminantes; en el tramo de la Ribera navarra, 411 personas han recibido algún tipo de asistencia y en la Zona Media se ha proporcionado atención a 194 peregrinos.

En cuanto a la asistencia al Castillo de Javier en esta primera jornada, la Policía Foral contabilizó el sábado 1.200 coches particulares, 8 autobuses y en torno a 5.500 personas.