PAMPLONA, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Este fin de semana se ha llevado a cabo la exhumación de una nueva fosa común en la que se ha localizado a dos presos de la fuga de Ezkaba en Lintzoain, en el valle de Erro. Los cuerpos han aparecido con las manos juntas, detalle que indica que las tenían atadas cuando murieron. En la exhumación se ha recuperado también un proyectil de pistola.
Según las fuentes que han permitido la localización de esta fosa, dos fugados habrían sido interceptados en el paraje de Oianeder, entre el pueblo de Erro y Lintzoain. "Tras haber alcanzado Sorogain, se habrían visto obligados a retroceder por la presencia de patrullas que batían el terreno en la búsqueda de los pocos presos que a esas alturas perseveraban en su intento de fuga hacia Francia. Tras ser avistados y apresados, fueron asesinados y, posteriormente, enterrados en Lintzoain", ha detallado en un comunicado el Gobierno de Navarra.
El domingo cinco de junio de 1938 podría ser la fecha más probable de su ejecución. Esta fosa es, hasta el momento, la más alejada del fuerte de Ezkaba.
Con esta nueva exhumación, son ya 13 los fugados que han sido localizados y exhumados este año 2017 en los trabajos que la Sociedad de Ciencias Aranzadi está llevando a cabo dentro del Programa de Exhumaciones de Gobierno de Navarra. El número se eleva a 31 si se tiene en cuenta los cuerpos recuperados el pasado año 2016.
Así, este pasado mes de abril, en Burutáin, fueron exhumados los cuerpos de seis fugados, mientras que hace una semana (los días 3 y 4 de junio) fueron cinco las personas localizadas en otra intervención, esta vez en Urtasun. Estas últimas exhumaciones se suman a las que el pasado año se llevaron a cabo en Olave (16 personas) y en Usetxi (3 personas). Además en años anteriores las asociaciones memorialistas habían impulsado otras exhumaciones: Berriozar (cuatro personas) y Elía (tres personas).
Todas estas actuaciones se enmarcan en el 'Proyecto Ezkaba' impulsado por Gobierno de Navarra. Además de otros objetivos más orientados a la recuperación de la memoria, el proyecto busca, desde la perspectiva de los Derechos Humanos, la localización e identificación de los más de 200 presos que, tras su huida del fuerte el 22 de mayo de 1938, fueron apresados, fusilados y enterrados en fosas comunes.
"En la medida en que podamos recuperar sus cuerpos e identificarlos gracias al Banco de ADN, podremos devolver sus restos a sus familias", ha señalado el Ejecutivo foral.
El Gobierno de Navarra, por medio de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, está colaborando con distintas asociaciones e instituciones en la localización de familiares de los presos de Ezkaba con el fin de identificar los cuerpos que hasta el momento han sido exhumados y seguir avanzando en la localización de los que todavía no ha sido posible recuperar.
