Las familias afectadas ven una "victoria moral" la sentencia sobre las EEII

Actualizado: sábado, 25 febrero 2017 19:51

   Rechazan la "expulsión" de los actuales alumnos de hacerse firme la sentencia y abogan por "reintroducir" de forma progresiva las líneas en castellano y castellano-ingles

   PAMPLONA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Familias afectadas por el cambio de modelo lingüístico en las Escuelas Infantiles Donibane y Printzearen Harresi (Fuerte del Príncipe) han calificado la sentencia del juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 que revoca este cambio una "victoria moral" si bien "el daño ya está hecho".

   Estas familias afirman que "los juzgados nos da la razón a las familias que denunciamos al Ayuntamiento de Pamplona por expulsar de las Escuelas Municipales Infantiles a nuestros hijos". Asimismo, han esperado que la sentencia "sirva para que este tipo de atropellos que vulneran los derechos fundamentales del menor no vuelvan a repetirse; que ningún niño más se vea expulsado de su escuela ni su ciclo educativo se vea interrumpido".

   En un comunicado, han asegurado que la medida del Consistorio "sólo estaba encaminada a aumentar las plazas en euskera". "Además de cambiar el modelo de Fuerte Príncipe y Donibane, también sustituyó el local de la antigua E.I. Rochapea en euskera, un edificio ruinoso e insalobre, cuya adecuación total a las normativas vigentes no ha sabido encajar en el presupuesto, por el de la antigua Hello Rochapea, que es uno de los más modernos y amplios". "A los alumnos de Hello Rochapea los desplazó a la Chantrea a la actual Hello Egunsenti", han criticado.

   Las familias han asegurado que "los paganos han sido los niños de castellano de la Rochapea que han acabado en un edificio en sempiternas obras, que el Ayuntamiento pretende ahora cerrar. Una jugada en la que no se han aumentado las plazas de euskera y ha conllevado el destierro de los alumnos en inglés y posiblemente la desaparición de plazas en castellano", han reprochado.

   Asimismo, han señalado que la sentencia del Contencioso Administrativo "no es contra la enseñanza en euskera sino contra el modo de imponerla". En este sentido, han señalado que estaban a favor de que en Donibane y Printzearen Harresi se ofertasen plazas en euskera conjuntamente con las líneas en castellano y castellano con inglés, "a lo cual el Ayuntamiento se negó".

   Las familias afectadas han criticado que el Ayuntamiento de Pamplona "sigue empecinado en su error" y "promete recurrir la sentencia". De la misma manera han censurado las palabras del alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, las que afirmaba que la sentencia era "esperable" por ser emitida "por el mismo juez que interpuso la suspensión cautelar".

   A pesar de todo, estos familiares han indicado que no quieren que, de hacerse firme la sentencia, "se expulse a las familias que optaron por la enseñanza en euskera en esos centros" ya que "supondría cometer el mismo atropello que el Ayuntamiento cometió con nosotros, y no estamos dispuestos a mostrar la misma falta de empatía y solidaridad que el gobierno municipal".

   Así, han propuesto la "reintroducción progresiva de las líneas en castellano y en castellano con inglés que el Ayuntamiento eliminó, y su posible convivencia con las líneas en euskera en los mismos centros". Asimismo, han pedido que "las trabajadoras temporales expulsadas por el Ayuntamiento" se reincorporen a sus puestos, "ya que desempeñaban excelentemente su trabajo".