La mayoría de las reclamaciones se enmarcan en los sectores de la telefonía e internet y en la banca
PAMPLONA, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Asociación de Consumidores de Navarra Irache recibió 44.510 consultas y reclamaciones en el año 2015, la mayoría relacionados con los sectores de la telefonía e internet (21%), los bancos (18%), la luz y el gas (16%) y la vivienda (11%). Le siguen los seguros (9%), el comercio (6%), los vehículos (4,5%), los servicios técnicos (4%), el transporte y los viajes (3%), la Administración (2,5%) y Otros (2,5%).
Del total de consultas y reclamaciones, 25.704 se realizaron en Pamplona; en Tudela, 1.722; en Estella, 1.912; en Tafalla, 1.098; y en las oficinas del consumidor, 14.074.
Según ha explicado Irache en un comunicado, el número de casos que ha gestionado han aumentado en 2015 un 0,86%. El 38% de los casos necesitaron de la gestión de los técnicos de la asociación mientras que 62% fueron consultas. La gran mayoría de las reclamaciones (83%) se han resuelto a través de la mediación, si bien Irache ha presentado 146 denuncias administrativas en diferentes organismos y ha representado a 572 personas en los juzgados, sobre todo debido a productos financieros como hipotecas con cláusulas suelo o participaciones preferentes.
TELEFONÍA Y BANCOS, LOS MÁS RECLAMADOS
Los sectores de la telefonía y la banca son los más reclamados en la asociación de consumidores.
En el ámbito de la telefonía e internet, la mayor parte de las quejas tiene que ver con cláusulas de permanencia "desproporcionadas o injustificadas", facturas "más altas de lo que corresponde", la subida unilateral de las tarifas por parte de la compañía, o por dificultades para darse de baja en una operadora.
El sector bancario también es uno de los más reclamados debido a "productos complejos" como participaciones preferentes, aportaciones financieras subordinadas o swaps "en los que el consumidor ha podido perder miles de euros". Las reclamaciones también se deben a la inclusión de cláusulas suelo en préstamos hipotecarios. Irache ha recibido a más de 2.000 afectados por esta cuestión, de los cuales casi 500 están siendo defendidos en estos momentos en los juzgados.
Los problemas derivados de la luz y el gas son los que más han aumentado en los últimos años (diez puntos desde 2009), con reclamaciones motivadas por "el desconocimiento de los contratos de la luz por parte de los consumidores". Los problemas tienen que ver con errores en las facturas de la luz; servicios de mantenimiento, urgencias o protección de pagos asociados que el consumidor no sabía que había contratado y que se siguen facturando aunque se dé de baja el suministro de luz o gas; o refacturaciones porque el contador supuestamente está averiado o ha sido manipulado.
En el ámbito de la vivienda, Irache señala que se han reducido las quejas motivadas por desperfectos en el inmueble, "seguramente debido al menor ritmo en la compra de vivienda". Sin embargo, sí que ha registrado un aumento en las consultas por conflictos surgidos en comunidades de vecinos, especialmente por impagos de algunos propietarios y por obras a realizar en el edificio.
Los casos relacionados con los seguros se producen cuando el consumidor quiere cambiar de compañía pero no comunica la baja con la debida antelación a su aseguradora. Las consultas sobre los comercios están relacionadas con los retrasos o incumplimientos en las compras a través de internet, así como a los derechos en la devolución del productor en los propios establecimientos.
Por otro lado, el escándalo por la manipulación en la medición de gases contaminantes de Volskwagen ha motivado en 2015 consultas de usuarios de vehículos de esta marca. Otras reclamaciones tienen que ver con los retrasos en los vuelos o la pérdida del equipaje, multas de tráfico que se consideran injustificadas o caídas en la vía pública.
FALTA DE TRANSPARENCIA Y DE INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR
La Asociación de Consumidores Irache ha criticado la "falta de transparencia y de información" al consumidor.
La asociación ha reprochado que "en muchas ocasiones hacen que el consumidor no esté suficientemente informado antes de cualquier compra o contrato". Un comportamiento que "no se trata de casos aislados sino que muy habitualmente responden a estrategias corporativas para conseguir sumar más clientes o elevar los ingresos de la empresa", han censurado.
"Sólo así se puede explicar la falta de información básica que se dan en numerosos contratos de telefonía, especialmente si éstos se realizan vía telefónica, en los que no se informa sobre las tarifas o la cláusulas de permanencia; o las visitas a domicilio de muchos comerciales de compañías de luz, en los que hacen firmar al consumidor contratos sin que éste sepa que lo está haciendo con excusas como el cambio de lugar de domiciliación o la devolución de importes cobrados de más; o los productos complejos que los bancos venden a sus clientes omitiendo información esencial como la escasa liquidez o la posibilidad de pérdidas en la inversión", han reprochado.
"El hecho de apelar a la responsabilidad del consumidor de informarse correctamente antes de aceptar cualquier contrato no puede ser óbice para exigir una mayor transparencia a las empresas en sus relaciones con el consumidor", ha concluido.
