El servicio de atención en calle atendió a 119 personas sin hogar en 2008

Actualizado: martes, 10 marzo 2009 12:46


PAMPLONA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

El programa 'Atención en calle' del Ayuntamiento de Pamplona atendió a 119 personas durante el año 2008. Acompañar, escuchar e informar a las personas transeuntes son los objetivos de este programa, que en los últimos seis años ha atendido a más de 500 personas. El Ayuntamiento de Pamplona continuará con esta labor durante el año 2009, y destinará 55.000 euros a este servicio. La empresa Lantxotegi, que realiza esta labor desde el año 2003, ha sido la adjudicataria del programa.

El año pasado, del conjunto de usuarios, 93 eran hombres (78%) y 26 mujeres (un 18,26%); de ellos 43 eran de Navarra, 23 de otras comunidades autónomas y el 23 restante extranjeros que llevaban viviendo en la ciudad más de dos años. Los detalles de este programa han sido presentados esta mañana en rueda de prensa por Javier Lorente, concejal delegado de Bienestar Social y Deporte del Ayuntamiento de Pamplona.

Este servicio municipal de atención a las personas sin hogar pretende facilitarles el acceso a los diversos recursos de atención social que se ofrecen en Pamplona (unidades de barrio, entidades de iniciativa social, centros promovidos por el Gobierno y el Ayuntamiento), así como observar sus necesidades para plantear posibles planes de intervención integral.

El colectivo al que se dirige 'A cubierto' es el genéricamente denominado 'personas sin hogar'. Está formado por aquellas personas que viven en la ciudad sin tener vivienda, trabajo, y que se encuentran en una situación de exclusión social severa que dificulta enormemente su proceso de reincorporación social, precisando grandes dosis de apoyo para construir su itinerario personal. Su sustento son pensiones muy bajas, carecen de recursos personales y de apoyos para hacer frente a las necesidades vitales (salud, vivienda, manutención).

Son personas que viven en la calle de forma regular la mayoría de los meses. Además, en mayor o menor medida, existen toda una serie de indicadores comunes en este colectivo: consumos elevados de alcohol, toxicomanías (drogas, consumo incontrolado de medicamentos), problemas de salud mental, importante deterioro físico, faltas de referentes familiares o desestructuración, problemas con la justicia, etc.

No es un colectivo especialmente numeroso, y aunque difícil de contabilizar con exactitud, engloba habitualmente a unas cien personas, cada una de ellas en situaciones particulares, pero con dos rasgos comunes: su extremada pobreza y la situación de marginalidad a la que ésta les dirige.

La labor de los educadores sociales que desarrollan el programa de atención de calle es diversa, como lo son las necesidades de sus destinatarios: acompañar a personas a diferentes servicios, informar sobre otros recursos que pueden utilizar, motivarles para emprender pequeños cambios que puedan mejorar su situación y, en muchas ocasiones, simplemente escucharles de forma activa para conocer su caso, sus ideas y opiniones.

ATENCIÓN CONTINUADA Y PUNTUAL

De los 119 usuarios de 2008, a 77 se les atendió de manera continuada, a las que se ha realizado intervenciones, acompañamientos, información y un seguimiento casi constante. A las 42 restantes se les atendió de forma más puntual.

Los educadores sociales realizan visitas a personas de este colectivo en la calle, en los centros terapéuticos y en los distintos recursos sociales, y programan reuniones de coordinación con las entidades e instituciones que ofrecen tales recursos para compartir información sobre los usuarios y así ofrecerles un mejor servicio.

La mayoría de estas personas están empadronadas en la ciudad y son atendidas en las diferentes unidades de barrio: 38 en el Casco Viejo; 17 en el Ensanche; 12 en la Rochapea; 10 en la Milagrosa; 8 en San Juan; 4 en la Chantrea, 3 en Iturrama, 3 en Echavacoiz, 2 en Ermitagaña y 2 en Mendillorri.

La labor de los educadores sociales que desarrollan el programa de atención de calle para personas sin hogar en Pamplona es diversa para adaptarse a las necesidades que presenta cada caso. Así, en muchas ocasiones han acompañado a personas a diferentes servicios, les han dado información sobre otros recursos que pueden utilizar, les han motivado para emprender pequeños cambios que puedan mejorar su situación y, en muchas ocasiones, simplemente les han escuchado de forma activa para conocer su caso, sus ideas y opiniones.

De todas las actividades, la oferta del educador a acompañar a personas de este colectivo cuando lo requieren es una de las facetas más importantes de su trabajo. Según explican los educadores sociales en la memoria del año 2008, los acompañamientos se aprovechan para escuchar a estas personas y conocer mejor su caso.

Los acompañamientos también son necesarios para ayudarles a resolver determinados trámites, a veces sencillos como la tramitación de documentación personal, y suponen siempre para la persona sentirse acompañada y segura. El lugar más frecuente a donde los educadores sociales acompañan a las personas sin hogar son los centros de salud. También son habituales otros destinos como la oficina del DNI, de empadronamiento, los despachos de abogados y los juzgados. En 2008 se realizaron un total de 628 acompañamientos.

Otra de las labores de los educadores sociales es la escucha activa, que permite conocer realmente la situación y la opinión de las personas del colectivo sin hogar. Según recogen en la memoria de su actividad durante 2008, aunque es difícil traducir a números la cantidad de tiempo y ocasiones en que han realizado escuchas activas, durante el año pasado realizaron del orden de 1535 con las personas atendidas en 2008.

Junto a estas tareas, los educadores sociales realizan visitas a personas de este colectivo en la calle, en los centros terapéuticos y en los distintos recursos sociales, y programan reuniones de coordinación con las entidades e instituciones que ofrecen tales recursos para compartir información sobre los usuarios y así ofrecerles un mejor servicio.

En este sentido, los educadores sociales mantienen una relación fluida con el servicio municipal 'A cubierto', con el comedor y centro de día San Miguel, con las unidades de barrio y con el personal técnico del área de Servicios Sociales y Mujer del Ayuntamiento de Pamplona. Las labores de coordinación en el año 2008 han sido 1892.

640 VALES DE AUTOBÚS

Desde mediados de junio de 2004, los educadores sociales centralizan además el reparto de vales de autobús para salir de Pamplona, que anteriormente se repartían para las personas transeúntes desde distintas parroquias. Durante 2008, se atendieron a un total de 1.240 personas que estaban de paso por Pamplona y se repartieron 640 billetes de autobús.

Como criterio general, se reparte un billete por persona y año. Los billetes se dan a personas que no estén empadronadas en Pamplona, que no tienen recursos para pagarlo y necesitan viajar a otra localidad de Navarra o de las provincias limítrofes. Según los datos de la memoria, de los 398 billetes repartidos en 2008, el 51% se entregaron a españoles y el 49% a extranjeros.