Con una ocupación media del 95% en 2016, el centro cuenta con 20 plazas, dirigidas a personas de entre 14 y 18 años
PAMPLONA, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, Miguel Laparra, ha visitado este martes las instalaciones del Centro Educativo Aranguren, situado en la localidad de Ilundáin en el que los menores de Navarra cumplen las medidas judiciales de internamiento.
Gestionado en la actualidad por la Asociación Eductativa Berriztu, se trata del centro de referencia en Navarra para el cumplimiento de las medidas educativas de internamiento de diferentes modalidades dictadas por los juzgados de menores, ya sean esta de régimen cerrado, semiabierto, abierto, terapéutico y permanencia de fin de semana, tal y como establece la Ley Orgánica 5/2000, reguladora de la responsabilidad penal de los menores, ha informado el Gobierno foral en una nota.
Cuenta con 20 plazas mixtas y se dirige a menores y jóvenes entre los 14 y 18 años a quienes se les ha impuesto medida judicial de internamiento por la comisión de delitos y que la ley permite que se lleven a cabo en un centro específico de reforma. Durante el año 2016 se han atendido en Ilundáin un total de 39 medidas, de las cuales el mayor porcentaje lo representa la medida de internamiento en régimen semiabierto. La ocupación del centro ha estado en torno al 95% de media anual.
Según ha comentado el vicepresidente Laparra, "es fundamental seguir mejorando e invirtiendo en todos los programas de apoyo a las y los menores, como inversión de futuro y como medida preventiva para una sociedad más integrada y segura". "En dos años hemos logrado mejorar la financiación de los programas de menores un 25% pero sigue siendo insuficiente. La próxima aprobación del plan de infancia y familia es el marco ideal para hacer una apuesta de futuro por dar oportunidades de crecimiento e integración social a todos los menores de Navarra", ha añadido.
El centro lleva a cabo una intervención integral sobre la persona menor que tiene como objetivo su normalización e integración social, siempre y cuando la situación y su proceso educativo lo permitan. Para ello, se hace cargo de las diferentes áreas que componen la intervención: residencial, socio familiar, sanitaria, formativa y social, siempre partiendo de la premisa de que la persona menor se encuentra en desarrollo.
