NACIONES UNIDAS, 1 Nov. (EP/AP) -
Estados Unidos, Reino Unido y Francia pidieron hoy el final de las tensiones entre Marruecos y el Frente Polisario en la zona del Sáhara occidental, tras una votación unánime del Consejo de Seguridad de la ONU para ampliar la misión de las tropas de Naciones Unidas en el territorio.
Después de 15 años y más de 600 millones de dólares (480 millones de euros), Naciones Unidas se ha visto incapaz de resolver el problema entre los rebeldes del Frente Polisario que buscan la independencia en el Sáhara occidental y el Gobierno marroquí que se niega a ceder la soberanía de este territorio y ofrece a cambio la autonomía.
Durante la votación del consejo para la ampliación de la misión de la ONU, que fracasó intentado organizar un referéndum sobre el futuro del territorio, los miembros dejaron claro que quieren que la falta de resolución entre las partes finalice antes de abril de 2007, fecha en la que esta misión terminará.
El diplomático estadounidense William Brencick explicó que Estados Unidos votó a favor de la ampliación de la misión entendiendo que Marruecos, Argelia y el frente Polisario "pasarán de la retórica al trabajo serio que se necesita para resolver este conflicto"
"Estados Unidos recuerda que la preocupación por el conflicto del Sáhara Occidental ha impedido la integración y el desarrollo en la zona durante más de 30 años", afirmó.
Estados Unidos hizo un llamamiento a las partes a comprometerse y mostrar flexibilidad. Además instó a Marruecos a "moverse lo más rápido posible para realizar muchas de las promesas para llevar a cabo una propuesta de autonomía creíble para el Sáhara occidental".
Además Estados Unidos pidió al Secretario General de la ONU, Kofi Annan, a que examine el calendario de la misión de Naciones Unidas, para desmantelarla si continúa demostrando ineficacia, y si las partes en conflicto no progresan hacia una solución política.
Por su parte Francia dijo que los próximos meses deberían ser de gran utilidad para retomar las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario y encontrar una solución política.
Reino Unido insistió en que cualquier solución política tiene que ser aceptada por las dos partes y estar basada en la autodeterminación. La diplomacia británica solicitó que los derechos humanos de la región sean supervisados.
