Irak.- Al Sadr permite que sus partidarios regresen a sus cargos en el Gobierno iraquí

Actualizado: viernes, 22 diciembre 2006 20:44

BAGDAD, 22 Dic. (EP/AP) -

Fuentes próximas al clérigo radical chií Muqtada al Sadr indicaron hoy que el líder de la temible milicia Ejército de Mahdi ha accedido a permitir que sus seguidores regresen a sus cargos en el Gobierno iraquí, después de tres semanas de boicot en protesta porque el primer ministro, Nuri al Maliki, se reunió con el presidente estadounidense, George W. Bush, en Amán.

El bloque liderado por Al Sadr cuenta con 30 diputados en el Parlamento integrado por 275 miembros y con seis ministros en el gabinete de 38 miembros, de ahí que su ausencia hace difícil gobernar con eficacia a la coalición integrada por chiíes, kurdos y un partido suní. El boicot de Al Sadr ha debilitado el Gobierno de Al Maliki y ha impedido que se aprueben varias leyes.

Los chiíes del principal bloque en el Parlamento, la Alianza Unida Iraquí, se reunieron ayer en la ciudad santa de Nayaf para tratar de convencer al clérigo de que se reincorpore al proceso político y ponga fin a la violencia contra civiles suníes.

"Las fuerzas de la Alianza (Unida Iraquí) y el movimiento de Al Sadr han acordado resolver los problemas y superar los obstáculos que hicieron que Al Sadr boicoteara el proceso político. Así que dentro de dos días, el movimiento de Al Sadr regresará al Gobierno y al Parlamento", declaró Abdul Karim al-Anizi, diputado chií de la facción Al Dawa.

Ayer, simpatizantes de Al Sadr se reunieron con miembros del bloque chií, y plantearon sus demandas para regresar al Gobierno, informó el diputado. "Nuestras exigencias son entregar el archivo de seguridad y no permitir interferencia regional en asuntos iraquíes", dijo.

La referencia al archivo de seguridad es aparentemente una exigencia de que las fuerzas de Estados Unidos cedan el control de la seguridad al Gobierno iraquí. Las fuerzas estadounidenses ya están aplicando un plan para dar más responsabilidad a las fuerzas iraquíes, pero aún hay dudas en torno a si las fuerzas de seguridad de Irak podrían ser capaces de mantener el orden en el corto plazo.