Fútbol.- Laporta y Rijkaard condenan las amenazas a Turienzo Alvarez

Actualizado: martes, 17 abril 2007 16:53

BARCELONA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, y el entrenador barcelonista, Frank Rijkaard, condenaron hoy las amenazas de muerte que ha denunciado el árbitro Turienzo Alvarez, tras su actuación en el partido del Racing ante el Real Madrid en el que señaló dos penaltis que la dieron la victoria el equipo cántabro.

Rijkaard reclamó "responsabilidad a la gente del fútbol" para evitar estos episodios. "Cuando te quejas demasiado debes prestar atención a que otra gente con mucho poder puede crearle problemas a los árbitros. Nunca hay que olvidar que cuando dices algo en la televisión hay mucha gente escuchando", señaló.

El técnico holandés, que no aclaró a quién pide responsabilidad por sus manifestaciones en televisión, también mantuvo su costumbre de no juzgar la labor de los árbitros porque "siempre salen a hacer su trabajo de la mejor forma" y porque pueden cometer "errores", aunque precisó que no juzga si los hubo en Santander.

Mientras, Laporta aseguró que "es evidente que no se puede aceptar ni permitir" y manifestó "todo el apoyo a las personas que sufren estas amenazas sin ningún sentido", al tiempo que mantuvo su línea de no pronunciarse sobre los arbitrajes porque los árbitros tienen "la función más difícil en un campo de fútbol".

El presidente barcelonista, que hizo estas declaraciones durante la rueda de prensa en que el jugador de balonmano Dragan Skrbic anunció su retirada, también se refirió durante el acto a la polémica suscitada recientemente por la negativa de un equipo benjamín del Barça a salir a un torneo cuando sonaba el himno español.

Laporta dijo no querer "alimentar" la polémica, aunque expresó su "respeto por lo que han hecho los responsables del club en estas cuestiones" y también pidió "respeto" para esta postura. La polémica surgió en la final del Mundialito benjamín en El Algarve (Portugal), donde se enfrentaban el Valencia y el Barcelona.

Los organizadores del torneo decidieron que cuando los equipos y el trío arbitral saltaran al campo sonara el himno español, pero entonces únicamente el equipo valenciano y los árbitros salieron al terreno de juego, ya que el Barça esperó a que terminara y saltó al campo mientras se escuchaba el himno portugués.