Actualizado 26/04/2007 20:52

Aplazado el juicio contra Bienzobas por el asesinato de un trabajador de Iberduero por la incomparecencia de testigos

Actualizado: jueves, 26 abril 2007 20:52

MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Sección Primera de lo Penal de la Audiencia Nacional aplazó hoy al próximo día 4 de mayo el juicio contra el miembro de ETA Jon Bienzobas por el asesinato a tiros en junio de 1990 del trabajador de Iberduero Rafael San Sebastián en una cafetería de Getxo (Vizcaya) delito por el que el que el fiscal Ignacio Gordillo solicita 30 años de prisión. Dos testigos citados, los únicos que reconocieron al acusado como el autor material de los hechos, no comparecieron ante sala.

El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, ordenó la nueva citación de uno de ellos, que no ha sido localizado porque ya no ocupa la misma vivienda que el momento en que se produjo el atentado y que se conduzca hasta la sala, si es necesario con escolta policial, a la otra persona, que a pesar de haber sido debidamente citada no se presentó hoy en la vista oral.

El terrorista fue entregado temporalmente por Francia el pasado 6 de noviembre, por un periodo de 6 meses, para poder ser juzgado en nuestro país de las causas que tiene pendientes. El plazo para su entrega finaliza el próximo domingo motivo por el cual el tribunal fijó la reanudación de la vista para el viernes 4, último día hábil previo a la devolución de Bienzobas a las autoridades galas.

Bienzobas fue juzgado esta misma mañana por la Sala Tercera de lo Penal por el asesinato, el 14 de febrero de 1996, del catedrático de Historia del Derecho y ex presidente del TC Francisco Tomás y Valiente en su despacho de la facultad de Derecho de la universidad Autónoma de Madrid.

En el caso del asesinato de San Sebastián Gordillo solicita, además de los 30 años de prisión, una indemnización para los hijos del fallecido de 500.000 euros, así como la prohibición de acercarse al domicilio de la víctima o sus familiares durante cinco años una vez Bienzobas haya cumplido la pena o sea puesto en libertad.

El fiscal considera que Bienzobas se dirigió el 10 de junio de 1990 a la cafetería "Gwendolyne" de Getxo y, tras entrar en la misma "de forma súbita e inesperada realizó a corta distancia tres disparos en la cabeza de atrás hacia delante contra Rafael San Sebastián Flechoso, de 42 años, causándole la muerte de forma instantánea". El hecho fue reivindicado por ETA en el diario EGIN dieciséis días más tarde.

"SOY MIEMBRO DE ETA"

El acusado se dirigió al tribunal al inicio de la vista para indicar que no tenía intención de contestar a ninguna de las preguntas formuladas. "Reconozco que soy miembro de ETA, no voy a contestar a nada más", dijo.

En la fase testifical del juicio declararon varios de los clientes que se encontraban el día del asesinato en la cafetería. Uno de ellos relató --a través de videoconferencia desde Bilbao-- que sobre las once de la mañana oyó "una pequeña explosión" que le pareció en un principio "el lloro de un niño". A los pocos segundos se escucharon dos detonaciones más, añadió. Dijo que cuando comenzaba a girar la cabeza una voz les espetó: "¡Quietos todos, me cago en Dios!". "En ese momento nos dimos cuenta de lo que podía pasar", indicó.

"Por el rabillo del ojo ví a un brazo con una chamarra y la punta de una pistola", describió el testigo que explicó que todo ocurrió en menos de 15 segundos. "No le ví la cara, solo un perfil de pelo negro oscuro", agregó.

Además, del cliente de la cafetería declararon los dos ertzainas que acudieron al bar tras los acontecimientos y que tomaron declaración a los testigos. A preguntas del fiscal Gordillo explicaron que a su llegada vieron a una persona "tirada en el suelo boca arriba" y un "gran charco de sangre a la altura de la cabeza". Además localizaron un casquillo de bala, cerca del cadaver, que fue trasladado al Hospital de Basurto.

Relataron que según las personas que se encontraban presentes en el momento del ataque contra el empleado de Iberduero el agresor era un varón de unos 25 años, con el pelo oscuro ondulado. Tras realizar los disparos, agregaron, subió a un R-12 familiar blanco en el que le esperaban tres o cuatro persona y huyeron del lugar. Los agentes de la policía autonómica vasca destacaron que la víctima no llegó a percatarse de la presencia del agresor y que éste le disparó por la espalda.

LAMENTABLE ERROR

También ofreció testimonio el comisario jefe de Bilbao en el momento en que se produjo el atentado que ratificó las valoraciones realizadas en un informe sobre el asesinato y consideró que la elección de la víctima fue un lamentable error. "Se equivocaron", destacó.

Por otra parte, varios peritos confirmaron que los casquillos localizados en la cafetería en junio coincidían con un arma encontrada un mes después en un vehículo propiedad del padre de Bienzobas junto a un DNI del acusado y una cartilla de la Seguridad Social también de su propiedad.

El revolver fue incautado después de que dos policias municipales dieran el alto al miembro de la banda terrorista ETA al sorprender manipulando un coche de madrugada. Los agentes, que declararon esta tarde, relataron que Bienzobas les encañonó y salió huyendo al detectar la cercanía de un vehículo de la policía autonómica vasca. Según indicaron varios miembros de este cuerpo ante la sala el automovil de Bienzobas quedó abandonado junto a otros dos. En los registros hallaron el mencionado revolver, la documentación del acusado y una bolsa que contenía una granada de fabricación casera.

OLARRA GURIDI

Por otra parte la Audiencia Nacional juzgó esta mañana al etarra Antonio Olarra Guridi por el asesinato fallido del diputado socialista José Luis Asenjo Díaz, en junio de 2000 en Málaga.

El fiscal Juan Moral elevó a definitivas sus conclusiones preliminares sobre este intento de atentado mediante la colocación en los bajos del vehículo del miembro de la ejecutiva del PSOE andaluz de un artefacto explosivo, por orden del acusado, para el que pide una pena de 39 años de cárcel.

En la vista el diputado socialista, que resultó ileso, relató ante la sala que el día 19 de julio de 2000 subió a su coche en compañía de su esposa e hija y después de recorrer escasos metros escuchó una explosión procedente de la parte inferior del automovil. Ante la posibilidad de que se tratara de un intento de atentado avisó a la policía, destacó.

Varios miembros del TEDAX corroboraron, además, que la carga de 1680 gramos de dinamita Titadyne no llegó a explosionar ya que el detonador se desprendió del resto del artefacto lo que provocó que fallara el proceso de iniciación de la bomba.