ROMA, 24 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, emplazó hoy a la ciudadanía y a la clase política a evitar "la contraposición entre católicos y laicos", derivada de la división que ha generado la propuesta de ley presentada por el Gobierno de Romano Prodi y con la que se pretende reconocer los derechos de las parejas que conviven juntas, entre ellas, las homosexuales.
"Estamos delante de nuevas formas de familia", fenómeno ante el que se deben buscar "respuestas que no dividan al país, que no se deslicen por el plano inclinado de una artificiosa y perniciosa contraposición entre católicos y laicos", advirtió Napolitano.
En este sentido, remarcó la necesidad de fundamentar el debate en la Constitución italiana, que hace décadas, fijó "su empeño a favor de la familia", algo que "no ha estado nunca puesto en cuestión por parte de ninguna formación política" y que, por tanto es de todos "compartido".
Aunque el debate sobre estas cuestiones corre a cargo del Parlamento, también es necesaria "una atenta y seria escucha de las preocupaciones y de las contribuciones" que emiten "la Iglesia y las organizaciones católicas", así como "cualquier otra parte de la sociedad civil", precisó.
Napolitano hizo estas declaraciones durante la apertura de la Conferencia Nacional sobre la Familia que se desarrollará en Florencia hasta el sábado y cuya organización, a cargo de la ministra de Familia, Rosi Bindi, ha vuelto a abrir la brecha de la división en la coalición de centro-izquierda que gobierna el país.
Las facciones más izquierdistas del Gobierno de Prodi han mostrado ampliamente su rechazo a la organización de este evento, en el que ven cierta sintonía con las motivaciones de la manifestación a favor de la familia y con la posición de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) en relación con la normativa de parejas de hecho que promueve el Ejecutivo.
