BARCELONA, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Barcelona conmemorará este miércoles el 15º aniversario de la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1992 con una serie de actos que culminarán con una reedición de la histórica imagen del arquero Antonio Rebollo lanzando una flecha para encender el pebetero del estadio Olímpico de Montjuïc, esta vez acompañado por un joven deportista nacido aquel mismo 25 de julio de 1992.
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el ex presidente y actual presidente honorífico del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, presidirán la ceremonia, que reunirá a numerosas personalidades y se celebrará en el Museo Olímpico y del Deporte, situado frente al estadio Olímpico y que fue inaugurado este año por los Reyes de España. El acto principal será la encendida simbólica del pebetero del estadio.
El arquero Antonio Rebollo repetirá el lanzamiento que le hizo entrar en la historia en 1992, cuando esta vez lo realizará en sentido inverso al de aquel histórico momento. Hace 15 años, tiró la flecha desde el interior del estadio, pasó sobre el pebetero y fue a parar, de acuerdo con lo previsto, en los aledaños del estadio, precisamente donde ahora se encuentra el Museo Olímpico. Esta vez, será al revés, desde el museo hacia el interior del estadio.
Rebollo estará acompañado en esta ocasión por un deportista nacido aquel 25 de julio de 1992, Yeray Hernández, actual promesa del tenis de mesa. La encendida del pebetero, que permanece inactivo desde la celebración del décimo aniversario de los Juegos Olímpicos, en 2002, acaparará la atención en esta jornada conmemorativa organizada por el Ayuntamiento de Barcelona con la colaboración de diversas empresas.
El acto también reunirá a deportistas destacados, a otros jóvenes deportistas nacidos en 1992 y a representantes de clubes centenarios que han sido invitados, los cuales firmarán en el libro de honor del Museo Olímpico. Un vídeo con las mejores imágenes de Barcelona'92, unos fuegos artificiales y un brindis por los próximos años cerrarán el acto, que quiere contar con todos aquellos que hicieron posible el éxito de los Juegos Olímpicos.
Uno de los grandes protagonistas de la jornada será Antonio Rebollo, como lo fue en su día. El arquero dedicó horas de ensayo en el mayor de los secretos de los Juegos de Barcelona. Ahora, recuerda que la vivencia que tuvo al salir al estadio y pisar la zona de tiro fue "la de no sentir la menor inquietud, una tranquilidad que, por dar una referencia, fue del 120 por 100 en el justo momento de tensar el arco, apuntar y soltar la flecha".
"Lo vivido fue tan fantástico que desborda mi capacidad de expresarlo en su total realidad. Cuando pude vivir lo que había hecho me embargó una sensación aún mayor de tranquilidad, quizá por la satisfacción que me produjo el pensamiento de haber quedado bien ante los muchos que me ayudaron y por quitarle el peso a tantas personas que estuvieron con el corazón en vilo", explica.
También recuerda que media hora antes de salir al estadio, tuvo un entrenamiento "sofrológico" que le aportó "una enorme tranquilidad, sentida en todas las áreas del cuerpo, y una nueva posibilidad, ¡la última!, de representarme mental y serenamente las secuencias a ejecutar hasta realizar el lanzamiento de la flecha, como tantas veces lo había hecho en ensayos, incluidas condiciones adversas de viento y lluvia".
Rebollo tampoco olvida la noche anterior al ensayo general, en la que probaron el tiro para sincronizar el encendido del pebetero con la música de la ceremonia y coincidió con figuras de la ópera como Montserrat Caballé, Plácido Domingo, Joan Pons o Josep Carreras, que quedaron "maravillados". "Nos preguntaron si no nos poníamos nerviosos y si acertábamos siempre. Nosotros simulábamos tener los nervios de acero", recuerda.
