BARCELONA, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los jugadores del FC Barcelona preferían haber suspendido el partido ante el Inter de Milán del trofeo Joan Gamper, disputado anoche en el Camp Nou, como muestra de respeto a Antonio Puerta, jugador del Sevilla fallecido en la víspera a los 22 años, según explicó uno de los capitanes del Barcelona, Xavi Hernández.
La directiva del Barça decidió finalmente mantener la disputa del partido, aunque, como muestra de duelo, decidió anular todos los actos festivos del Gamper y destinar el 10 por ciento de la recaudación a la investigación de las enfermedades cardiovasculares, así como guardar un minuto de silencio en memoria de Puerta.
Los jugadores, por su parte, decidieron su particular homenaje a Puerta por iniciativa propia. Los azulgrana saltaron al campo vestidos con la camiseta del Sevilla, con el nombre de Puerta y el dorsal 16 a la espalda, y portaron una pancarta con la leyenda 'Jugamos por ti' y la fotografía del malogrado jugador.
"En un principio la plantilla quería intentar suspender el partido para tener el máximo respeto por el jugador fallecido, aunque después la directiva nos planteó que el mejor homenaje podía ser jugar al fútbol y también fue una buena opción para rendir homenaje a Puerta", explicó Xavi durante una rueda de prensa tras el entrenamiento.
Xavi reconoció que los jugadores tenían "pocas ganas de jugar", debido a la noticia del fallecimiento de Puerta, aunque acataron la decisión de la directiva, que no cuestionó porque entiende que también fue una buena solución, y que se reunieron para decidir el detalle de las camisetas porque era "el mejor homenaje".
En el mismo sentido, se pronunció el centrocampista Thiago Motta, que aseguró que "era una situación muy difícil". "Si hubiera sido por nosotros, no hubiéramos jugado, pero se habló antes del partido y decidimos salir con las camisetas del Sevilla con su dorsal y hacer nuestro particular homenaje al jugador".
En relación a la muerte de Puerta, por último, Xavi mostró su impotencia por este tipo de casos desafortunados de "muerte súbita" que, en su opinión, escapan a los exhaustivos controles médicos que se someten los jugadores de los equipos de elite. "No se pueden prever, hay casos en que no se puede hacer nada", señaló.
"A nosotros los médicos nos miran todo el cuerpo. Nos hacen pruebas de esfuerzo y el corazón es lo más importante, y nos miran todo, pero son cuestiones que no se pueden controlar", lamentó el centrocampista catalán.
