Publicado 17/01/2017 08:00

Cayetano González.- El candidato López

MADRID, 17 Ene. (OTR/PRESS) -

Con el anuncio de su candidatura a la secretaria general del PSOE, Patxi López ha matado, como dice el refrán, "dos pájaros de un tiro". Por un lado, corta el paso a los difusos deseos de Pedro Sánchez de volver a intentarlo tras su defenestración el pasado mes de octubre. Por otro, obliga a la que ya empieza a ser eterna aspirante a liderar el PSOE, Susana Díaz, a definirse y dejar de marear la perdiz de si coge el AVE para venir a Madrid o no.

Todo parece indicar que al final habrá dos candidatos a la secretaría general de los socialistas: López y Susana Díaz. El resultado de ese duelo es incierto porque aunque es verdad que la lideresa andaluza cuenta con el apoyo de su propia federación, la más numerosa del partido, y de otros líderes territoriales importantes como el extremeño Fernández Vara, el valenciano Ximo Puig o el propio presidente de la gestora, el asturiano Javier Fernández, al final son los militantes los que decidirán con su voto. Y precedentes de sorpresa a la hora de elegir líder en el PSOE ya las ha habido. Si no que se lo pregunten a Almunia que perdió en unas primarias con Borrell o a José Bono que fue derrotado de forma sorpresiva por Zapatero en el Congreso del 2000.

Patxi López es un hombre de partido de toda la vida. Hijo de un histórico dirigente del socialismo vasco, "Lalo" López Albizu, pudo ver como desfilaban por su casa de Portugalete en los últimos estertores del franquismo y siendo él un niño, líderes del PSOE como Felipe González, Alfonso Guerra, Nicolás Redondo Urbieta o Ramón Rubial. Desde muy joven, sólo cursó un año de la carrera de Ingeniería, se dedicó a la política donde ha ocupado diversos cargos institucionales -el más renombrado el de lehendakari del Gobierno Vasco gracias al apoyo del PP- pero lo que realmente ha sido López es lo que en términos coloquiales se define como un "aparatero" del partido, primero en Vizcaya, luego en el PSE a nivel del País Vasco y por último, como integrante de la ejecutiva federal liderada por Pedro Sánchez.

El PSOE necesita una tarea de reconstrucción muy potente, que tiene que empezar con repensar el proyecto político del socialismo en un momento donde los populismos encuentran en muchos lugares un caldo de cultivo en las crisis de todo tipo que viven las sociedades occidentales. En el caso de España, los socialistas se equivocarán si pretenden competir con Podemos, porque en ese combate siempre ganarán los de Pablo Iglesias. El PSOE tiene que volver a ser un partido de gobierno, en el ámbito ideológico de la socialdemocracia, con una idea clara de España. Que lo lidere López o Díaz será a esos efectos bastante irrelevante. De momento, lo que han conseguido quienes mueven los hilos dentro del PSOE es apartar a quien sí podría "podemizar" el partido, es decir, a Pedro Sánchez.