Publicado 30/03/2017 08:00

Isaías Lafuente.- ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?

MADRID, 30 Mar. (OTR/PRESS) -

En el acto de presentación de la candidatura de Susana Díaz a las primarias del PSOE todo estuvo muy medido. Con la aristocracia del partido sentada en primera fila, antes de subir al escenario la protagonista lo pisaron la veterana Matilde Fernández, el otrora rival Eduardo Madina y una dirigente de Juventudes Socialistas, Estela Goicoetxea, alto cargo en el Gobierno de Cantabria al frente del Observatorio de Salud Pública. Era el paradigma del futuro del partido: mujer, joven, preparada, comprometida desde su juventud y con una carrera política envidiable a sus 29 años.

Sólo había un problema. Un medio digital, Hipertextual, desveló que esta mujer mentía en su currículum oficial, presentándose como licenciada en biotecnología sin serlo. Ella, que había hecho un discurso brillante y vehemente en el que se presentó como representante de una generación a la que se había mentido y en el que reclamó que su partido devolviese la dignidad política que necesita nuestro país. La primera reacción de la joven fue muy vieja: dijo que todo era mentira y se comprometió con el medio de comunicación a presentar su título universitario para demostrarlo. Sin embargo, lo que ha presentado hoy, a falta de título, es su dimisión.

Estela Goicoetxea no es la primera política que miente y apostaríamos a que no será la última. Y viendo la sarta de engaños desplegados por corruptos de toda índole y por sus partidos, intentado tapar actitudes que acabaron en delito, lo suyo parece mentira de tercera. Es más, seguramente habría llegado al mismo punto en su carrera política sin necesidad de inflar su currículum. Pero nunca dejará de indignarnos que un servidor público crea legítimo prosperar mintiendo a los ciudadanos a los que tiene que servir. Y llama la atención que lo haga alguien de su juventud, cuando mucha gente de su generación, con titulaciones múltiples de las de verdad, no inventadas, no encuentra un puesto de trabajo. Y parece alucinante que un gobierno como el cántabro no tenga capacidad o ganas como para certificar en sus altos cargos algo tan sencillo como un título universitario. Y también, por qué no, es sorprendente que la potente maquinaria de la candidatura de Susana Díaz, puestos a buscar entre miles de jóvenes militantes socialistas para intervenir en acto tan principal, hayan ido a dar justo con la mentirosa.

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