Publicado 01/03/2017 08:00

Pedro Calvo Hernando.- El Rey y el diálogo con Cataluña

MADRID, 1 Mar. (OTR/PRESS) -

La cuestión del soberanismo catalán se sitúa en estos momentos entre la torpeza del Gobierno español, su deseo de salir del laberinto, el empecinamiento de los secesionistas y esa voluntad del Rey Felipe VI de ayudar al encuentro de una o unas fórmulas mediante las que el conflicto entre en una etapa clara de solución no traumática. El asunto está muy enrevesado y esa solución requeriría una voluntad común de llegar a ella. El Gobierno del PP lleva encima su grave responsabilidad en el enconamiento del problema a partir del momento en el que el partido que lo sustenta entró en esa loca carrera que comienza con la destrucción del Estatut fletado en el período de José Luis Rodríguez Zapatero. Hace demasiado poco tiempo del momento en que el PP y Rajoy deciden moderar su extremo encono para suavizar algo la gran tensión. Los secesionistas también intentan un punto de moderación en el grave conflicto, pero sin dejar de utilizar el señuelo del famoso referéndum, pese a que saben que por ahí no hay nada que hacer. Es verdad que la tensión no es tan aguda como un tiempo atrás y esa senda es la que hay que abrir mucho más. Y estos días se ve con nitidez que el monarca es quien más claro lo tiene y quien, pese a su postura indiscutiblemente contraria al independentismo, es la única persona-institución que intenta y ensaya caminos que pueden derribar el muro. Un periódico titulaba que el Rey apuntala la "operación diálogo" con Cataluña al coincidir dos veces con Puigdemont en el marco del Mobile World Congress de Barcelona. Y eso con la sombra del deseo del Govern de celebrar el referéndum secesionista y coincidiendo con el juicio del Supremo contra Homs por organizar aquella consulta del 9-N. Ya sabemos que el Rey reina pero no gobierna. Pero sabemos también que en la Constitución hay resquicio para que el jefe del Estado ejerza esas funciones moderadoras de la Corona bajo cuyo manto puede corporeizarse el esfuerzo por hacer posible una solución sensata del drama catalán. También el padre del actual monarca hizo "algo" cuando aquel asalto de una gravedad infinitamente mayor y que no puede compararse con el problema que ahora nos ocupa. Un detalle muy significativo es ese discurso de Barcelona pronunciado en correcto catalán.

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