Esto es todo lo que debes saber del teléfono móvil que utiliza Donald Trump

Actualizado: viernes, 3 febrero 2017 8:12

   MADRID, 3 Feb. (EDIZIONES/Portaltic) -

   Donald Trump lleva siendo presidente de Estados Unidos desde el pasado 20 de enero y no son precisamente pocas las medidas que ya ha firmado y que están en el ojo del huracán, como la suspensión durante 90 días de la concesión de visados de entrada al país a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, la construcción de un muro en la frontera con México o la eliminación del español y de la información LGBT de la página web de la Casa Blanca. Está dando mucho de que hablar en todos los sentidos y los ámbitos habidos y por haber.

   Ser presidente del país más poderoso a nivel mundial conlleva una gran responsabilidad y ciertos sacrificios. Uno de estos últimos es la recomendación de tener que renunciar a tu amado y adorado 'smartphone' para tener, en su lugar, un teléfono oficial blindado por los servicios de inteligencia estadounidenses. ¿Qué significa esto? Nada más y nada menos que quedarte sin WhatsApp o Twitter y sin poder escuchar música.

   El mismo día de la investidura, el 20 de enero, salían informaciones a la luz sobre que Trump había entregado su teléfono Android a cambio del terminal blindado. A penas tres días más tarde, nuevas informaciones indicaban que esto no era así: hay 'tuits' publicados en su cuenta personal que provienen de un 'smartphone' con el sistema operativo de Google.

   ¿Qué pasa realmente con el móvil de Donald Trump? ¿Por qué se sabe que sigue utilizando su antiguo Samsung Galaxy, presumiblemente el S3 o el S4? ¿Qué permite y no permite hacer el teléfono blindado por los servicios de inteligencia? Esto es todo lo que debes saber sobre el móvil que utiliza el 45 presidente de Estados Unidos de América.

SU ANDROID, UN TELÉFONO NO APTO PARA EL GOBIERNO

   Los servicios de inteligencia estadounidenses y la Agencia de Sistemas de Información de Defensa (DISA, según sus siglas en inglés) lo tienen claro: no todos los teléfonos móviles son aptos para el uso y disfrute del presidente del gobierno de Estados Unidos.

   Los estadounidenses no se andan con medias tintas en lo que a seguridad se refiere y Donald Trump no iba a ser una excepción en el asunto. La teoría dice que Trump debería dejar su Android de lado para pasarse a un aparato aprobado por los organismos ya citados, como ya le ocurrió a Obama en su momento, pero la práctica dice que, como no es obligatorio, puede puede no haber ocurrido este hecho. No se trata de una norma vinculante y no tiene por qué hacerlo, pero sí es una recomendación con bastante peso.

   El motivo de este cambio es meramente de seguridad. Como presidente de EEUU, Trump necesita un número de teléfono y un terminal seguros, que no puedan ser 'hackeados' fácilmente y que no contenga datos personales ni confidenciales de ningún tipo.

   El caso de Trump es especial: al ser un empresario con cierto peso en el país y con varios negocios en marcha, mucha gente ha tenido acceso a su número de teléfono a lo largo de los años y las llamadas inesperadas no pueden suceder bajo ningún concepto. Además, dada su tendencia a utilizar de forma constante la red social de Twitter, lo lógico es que el servicio nacional de seguridad quiera controlar lo que dice y cómo lo dice.

   Hablando de la red social del pajarito, ha sido gracias a ella por la que se ha descubierto que el presidente sigue contando con su antiguo teléfono (o al menos con un terminal Android). A pesar de que debería estar usando el dispositivo cifrado, el pasado 25 de enero, Trump escribió el siguiente 'tuit':

   

   

   Hasta ahí, todo normal, un 'tuit' en su línea, pero parece que sigue utilizando su antiguo Samsung Galaxy, un móvil que no está habilitado ni protegido para recibir o enviar datos confidenciales (sobre todo porque se trata de un modelo antiguo y sin actualizaciones de seguridad facilitadas por la propia compañía), según ha sacado a relucir el New York Times hace poco.

   El problema aquí no se queda solo en el tema de los datos ya nombrados, sino que se trata de una persona bastante impulsiva en Twitter y que escribe sus propios 'tuits', algo que no gusta demasiado y que es motivo de controversias constantes.

¿QUÉ NO TIENE EL TELÉFONO BLINDADO PARA QUE GUSTE TAN POCO?

   Ya lo dijo Obama en un programa de televisión, concretamente en The Tonight Show, de Jimmy Fallon: "¿Sabes esos móviles de juguete que tienen los niños de tres años? Pues eso es lo que me han dado a mí". Hay que admitirlo, hoy en día a nadie le gusta tener un cacharro que sirve para más bien poco como teléfono personal.

   Al final de su mandato, el expresidente consiguió mejorar un poco la tecnología, haciendo factible el envío y la recepción de emails de un número muy reducido de personas y la consulta de noticias, pero llama especialmente la atención el hecho de que no se pueda utilizar el teléfono para llamar y que las llamadas que reciba sean de muy poca gente y filtradas previamente por el servicio de Defensa. El presidente de EEUU solo puede contactar vía telefónica con otras personas mediante la centralita que hay en la Casa Blanca.

   

   Hablamos, pues, de un teléfono estratégicamente blindado. No tiene cámara ni delantera ni trasera, no hay ningún sistema de mensajería que valga, no se puede escuchar música ni reproducir vídeos, no hay sensores y tampoco cuenta con Bluetooth. Es más, las pocas aplicaciones que se pueden instalar - entre las que no se encuentra ninguna comercial como Twitter, Facebook, Instagram o sucedáneos - son las que están en la lista de la DISA y cuentan con una seguridad extraordinaria.

   Entonces, ¿qué tiene el teléfono? Una pantalla, el tema de los emails y las noticias ya nombrados y un sistema de autenticación biométrico para que solo el presidente pueda utilizarlo. Ya está, eso es todo para un teléfono inteligente del año 2017. Sorprendente, ¿no crees?