WINBOT 950, un robot limpiacristales que llega donde nosotros no llegamos

Actualizado: lunes, 6 marzo 2017 12:01

   MADRID, 6 Mar. (EDIZIONES/Portaltic) -

   Cada vez hay más robots que ayudan en las tareas del hogar. Los más habituales son los que aspiran y limpian el suelo, pero también los hay que ayudan a limpiar los cristales, como el WINBOT 950 de Ecovacs Robotics.

   WINBOT 950 ofrece una forma diferente de limpiar los cristales distinta a la del trapo y el agua con jabón, que en Portaltic hemos podido probar durante dos semanas.

   El limpiacristales es un robot de forma redondeada, como viene siendo habitual en este tipo de dispositivos, pero de base cuadrada, que se mueve siguiendo las órdenes que le demos mediante un mando a distancia.

   La primera vez que se usa WINBOT 950 es quizá la que más se tarde en iniciar el proceso. No hay que montarlo, puesto que el robot en sí ya está preparado, pero sí hay que colocar los distintos elementos que nos permiten usarlo: el cable del cargador, el cable de seguridad, la almohadilla.

   En la caja se incluyen varios recambios de almohadilla, que se adhieren al robot como con velcro, y también una solución limpiadora, que es la que recomiendan usar. Esta solución se rocía sobre la almohadilla varias veces, para que se impregne bien.

   El robot tiene que cargarse primero, e incluso si es posible, tenerlo enchufado cuando se vaya a usar. Para saber si está listo, al encenderlo y ponerlo en contacto con el cristal, una vez pulsemos el botón de inicio se encenderá una luz azul. Y quedará enganchado. Si no tiene batería suficiente o no se engancha bien por algún motivo, la luz será roja.

   En principio, WINBOT 950 no tiene por qué caerse; se adhiere con fuerza al cristal, y para quitarlo tenemos que presionar durante unos segundos el botón inicio. Pero igualmente hay que colocar el sistema de seguridad, que consiste en un cable sujeto tanto al robot como a una ventosa que se sitúa en un punto lo suficientemente alto como para que no llegue a chocar contra el suelo. De esta forma, si se suelta, quedará colgando. Especialmente útil cuando se limpian las ventanas por la parte exterior.

   Una vez asegurado y firmemente adherido a la ventana, podemos ponerlo a limpiar, y para ello está el mando a distancia, con el que elegimos la ruta que seguirá para dejar la superficie bien limpia. Arriba, abajo, izquierda, derecha. Podremos ver cómo el robot modifica el sentido de la marcha y corrige su posición si queda un poco inclinado, para ir lo más recto posible.

PROS Y CONTRAS DE UN ROBOT LIMPIACRISTALES

   La primera vez que se usa, como ya se ha comentado, es la más aparatosa, porque no se sabe muy bien cómo hay que usarlo, ni qué hay que hacer con todos los elementos que lo acompañan en el embalaje. Esto tiene fácil, y obvia, solución: las instrucciones. La segunda vez, el librito de instrucciones ya no hará falta, porque es bastante simple de usar, en realidad.

   WINBOT 950 limpia bien, en este punto no hay queja, pero quizá sea mucho más aprovechable en superficies de cristal de grandes dimensiones, especialmente en las que requieren el uso de escalera para alcanzar a todos los rincones.

   En las ventanas y puertas de cristal que puedan encontrarse en las casas no es que no sea útil, pero tampoco quita tanto tiempo. Aunque, eso sí, evita la fatiga de estar frotando con el paño y de tener que hacer malabares con los cristales para limpiar la cara exterior.

    También puede resultar un poco aparatosa la cantidad de cable que se despliega para usarlo. En superficie amplias, quizá no se note tanto, incluye incluso un alargador, pero si el espacio es más reducido, si la ventana o la puerta no es muy grande, puede dificultar la movilidad si no se coloca bien.

   WINBOT 950 se presenta como una opción a tener en cuenta, y no solo en casas grandes o con grandes ventanales. Es útil, es cómodo y evita líos a la hora de limpiar zonas más inaccesibles, por la altura o por estar en el exterior.