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MADRID, 10 Feb. (EDIZIONES/Portaltic) -
El pasado 26 de enero se puso a la venta uno de los videojuegos más esperados del primer tramo de 2018: Monster Hunter: World. Con este título, el estudio Capcom ha firmado el regreso triunfal de la saga Monster Hunter, que mantiene la riqueza del universo de la serie y la incorpora a un juego que se corona como videojuego de referencia de las consolas actuales PS4 y Xbox One.
Desde el nacimiento de la saga Monster Hunter (MH) en el año 2004, con el lanzamiento del primer título de la serie para la consola PlayStation 2, la mayor parte de los videojuegos posteriores de la serie transitaron por plataformas como las portátiles PSP y Nintendo 3DS. Con videojuegos como MH Unite, MH Freedom y MH 3D, entre otros, el mundo de Monster Hunter había alcanzado a una enorme de base de aficionados tanto en su Japón natal como en el resto del mundo sin pisar --al menos en Occidente-- la anterior generación de consolas (PS3 y Xbox 360).
Monster Hunter: World es el primer título de la saga que se lanza de forma universal de manera simultánea. Llega como pionero también a las dos consolas de referencia del momento: PlayStation 4 y Xbox One, algo que refleja la magnitud de la apuesta de Capcom.
DISEÑO Y ESCENARIOS, GRANDES ATRACTIVOS
Inspirado en un universo que mezcla aspectos de la época medieval y monstruos prehistóricos ficticios, la ambientación del título de Capcom brilla como uno de los mayores atractivos de esta entrega de la saga Monter Hunter. El Nuevo Mundo está construido por territorios muy heterogéneos, desde frondosas selvas hasta áridos desiertos, cada uno de ellos poblado de criaturas diferentes y con un alma propia.
Pero sobre todo, el gran baluarte del diseño del universo de Monter Hunter: World es Astera, la base de los cazadores de la Quinta Flota que protagonizan la entrega. La ciudad aumenta de tamaño con respecto a los videojuegos precedentes de la saga, con un mayor número de personajes, de misiones y de localizaciones donde ampliar el equipamento.
Este asentamiento y los habitantes que lo pueblan ejemplifican a la perfección un brillante diseño de escenarios que recrea la naturaleza enorme y salvaje con un apartado gráfico impecable en el que destacan sobre todo el uso de la luz a lo largo del día y del desenfoque entre figuras y fondo.
MODO HISTORIA: UNA NOVEDAD INSATISFACTORIA
Monster Hunter: World ha llegado al mercado como la primera de las entregas de la saga de Capcom que incluye un modo historia de enjundia, un aspecto antes muy secundario. Los cazadores de la Quinta Orden intentan desde Astera establecer campamentos en el terrotorio salvaje despoblándolo de peligrosos monstruos a través de arriesgadas misiones.
Pese al esfuerzo, el videojuego de Capcom sigue siendo un título en el que el aspecto narrativo resulta una mera anécdota. La herencia de títulos anteriores se muestra en que el personaje protagonista nunca pronuncia una palabra, lo que sustituye a la tradicional 'lengua' Monster Hunter, es decir, una combinación de sonidos como gruñidos y breves coletillas.
No obstante, el título sí apuesta más por el modo historia, y al hacerlo resulta insatisfactorio por infantil y todo un obstáculo a un juego por lo demás de mecánica muy fluida. Aparte del protagonista, el resto de personajes sí hablan durante las cinemáticas, pero no durante el juego, y la mezcla entre narración y subtítulos distrae y resulta confusa.
MODO 'ONLINE' DE HASTA 16 JUGADORES
Monster Hunter: World incorpora un modo 'online' de hasta 16 jugadores, aumentando así el número de participantes en el modo multijugador. Esta modalidad consta de las mismas misiones que el modo historia, que pueden disputarse en equipos de hasta cuatro jugadores en la mayor parte de los casos. La asignación de grupos se decide en función del rango de cada jugador.
El modo multijugador se encaja con naturalidad en los escenarios del videojuego, y se emplaza concretamente en un barco que encalla al comienzo del juego y desde donde se pueden crear salas entre amigos a través de invitaciones por PS Network. Esta modalidad 'online' incluye también una arena con misiones, eventos especiales que cambian cada días e incluso un minijuego de pulsos.
MECÁNICA DE JUEGO CLÁSICA Y MÁS ACCESIBLE
Monster Hunter: World mantiene el sistema de juego con el que la saga ha alcanzado popularidad. Se mantienen aspectos como el creador de personaje, que permite una gran personalización, así como las armas y las armaduras icónicas de la saga, que se fabrican o se compran mediante recursos conseguidos durante las misiones principales o secundarias.
En esta ocasión, el videojuego ofrece una mecánica más accesible que simplifica la curva de dificultad al comienzo, lo que facilita el acceso de novatos a la serie, pero al mismo tiempo permite enfrentarse al reto de los monstruos finales antes que en sus predecesores, en un claro guiño a sus seguidores incondicionales.
Asimismo, resulta un videojuego que mantiene la dificultad a la hora de cazar a los monstruos finales, así como técnicas de ataque clásicas como la que permite subirse a la criatura y atacarle desde arriba. El jugador dispone de tres vidas por misión para derrotar el monstruo, y su nivel se organiza por un sistema de rangos denominado Hunter Rank que determina las misiones accesibles.
Entre el resto de elementos destacados, la última entrega de Monster Hunter desafía la tendencia actual y mantiene el minimapa --de una enorme utilidad dado el tamaño de los escenarios-- y a los Palico, una mascota felina que se integra de forma fluida en el juego, e incluye también un sistema de árbol de mejoras de armas interno.
No faltan tampoco otras referencias internas, como el mantenimiento de algunos de los monstruos finales icónicos de la saga de Capcom, entre los que destacan el monstruo de barro 'barroth' y el dragón 'rathian', a los que se suman criaturas nuevas inspiradas en camaleones y pájaros dodo, entre otros. A esto se le añaden también referencias externas a través de 'skins' de personajes de Horizon Zero Dawn.
DE SAGA DE NICHO AL OLIMPO ACTUAL
En suma, Monster Hunter: World supone una apuesta arriesgada que deslumbra a cualquier jugador por sus escenarios y mantiene el gancho de una propuesta singular. Con una elevada dosis de ambición, el estudio Capcom ha logrado alzar una saga de acción de nicho hasta lograr que ocupe por derecho propio un puesto en el olimpo de las consolas actuales.
