Ya estamos otra vez matando el mensajero a propósito de Peret

Actualizado: miércoles, 27 agosto 2014 15:11
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MADRID, 27 Ago. (Carlos Hergueta/Portaltic) -

   Surgen las noticias, los lectores las quieren para ya, Google premia a quienes son los primeros y los periodistas tratan de contrastarlo lo antes posible -aunque vale que puede que eso no ocurra siempre-. Y se pueden producir errores, como ha sido el caso, aunque puede que no en los medios. Las críticas, eso sí, se las suelen llevar los periodistas, que son apedreados.

   El proceso es tan sencillo como que tras el salto de la liebre, los medios hablan o tratan de hablar con una fuente de fiar que confirme la noticia. Puede que incluso ocurra, como en el caso del falso avión que era un carguero, que la propia fuente lo difunda directamente sin que haya una consulta de un periodista.

   Hasta ahí no se producen errores. La fuente es de fiar, en este caso un organismo oficial, y el medio, que confía en ella, lo publica... Y poco después es cuando estalla la bomba. La fuente "fiable" se ha equivocado. Y esa misma fuente u otra con mayor autoridad lo desmiente.

   Es lo que ocurrió con el carguero de Canarias y es lo que ha ocurrido con la falsa muerte de Peret. Primero lo ha confirmado la Generalitat a los medios de comunicación -tal y como defienden los periodistas que han difundido la noticia-, que lo han publicado, confiando en esta fuente de peso y oficial. Posteriormente lo han desmentido su familia y su representante. Todo en cuestión de minutos. Rápidamente estos medios se han retractado y las redes sociales han comenzado a echar humo.

   Por supuesto, lo primero que ha ocurrido es que, como siempre, se ha matado al mensajero. Los 'tuits' con críticas a los medios de comunicación por su falta de profesionalidad han comenzado a surgir como setas. Incluso medios que no habían corrido tanto y no lo habían publicado -seguramente por falta de medios o reflejos, no por deontología profesional, ya que una fuente de peso lo había confirmado- han aprovechado para hacer leña del árbol caído, asumiendo en muchos casos que no había fuente y que los periodistas se lo habían inventado.






   En otros tiempos en los que ni el lector exigía tanto, ni Internet obligaba, ni Google castigaba, ni nadie lo quería todo gratis, ni las empresas de medios hacían ERES, ni las revistas en papel morían, ni los periodistas eran incapaces de encontrar trabajo... los medios habrían tenido tiempo para poder contrastar la noticia con más fuentes, especialmente la familia. Hoy no.

   Basta ya de lanzar piedras contra los medios de comunicación cuando hacen bien su trabajo, como ahora, en esta era de la información inmediata. En este caso, como en otros antes, ha sido cosa de la fuente. Y ojo, que ser fuente tampoco es sencillo, cuando se trabaja con tanta celeridad y presión, pero esa ya es otra historia de la que tendría que hablar quien se encuentre en ese papel.

   Actualización: Poco tiempo después de las primeras informaciones, los desmentidos y la publicación de este artículo, la familia del cantante confirmó la muerte de Peret.

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