MADRID, 24 Nov. (Álvaro Velasco-Sígueme en Twitter) -
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La evolución de la robótica va a pasos agigantados, incluso en campos tan tradicionales como el de la conquista amorosa. La compañía estadounidense Robotic People Inc ha presentado un proyecto de tecnología enfocada a ayudar a personas con dificultad para establecer relaciones con el sexo opuesto porque no terminan de culminar. Sus creadores han decidido bautizarla como iPagafantas.
Se trata de una mano robótica en forma de guante. Con un color y texturas similares a la piel humana, el prototipo se presenta como fácilmente disimulable. Parte de una premisa similar a la de los nuevos relojes inteligentes pero va más allá. Esta nueva extremidad responde a estímulos fonéticos según las respuestas dadas por la persona a conquistar a ciertas preguntas clave previamente programadas.
Su algoritmo hace que las decisiones que tome estén basadas en estadísticas recogidas para más de un millón de intentos de conquista que seguramente terminarán en "pagar la cuenta y quedarte a dos velas", según sus creadores.
Así, la mano decidirá pagar una cuenta solo si el programa ve que esta decisión ayudará a lograr el objetivo de la conquista. Si el sistema ve claro que el pagar una cuenta, o acercarse a la chica o chico que nos gusta, no va ayudar nos avisará con una pequeña descarga eléctrica y un mensaje sonoro: "¡Quieto, pringao!". En caso contrario será la propia mano la que, con el movimiento que le dan unos pequeños motores, se lance al ataque de la presa con la notificación "¡a por ella, león!"
El prototipo se encuentra en una fase final de desarrollo. Robotic People pretende empezar a comercializar el producto estas mismas Navidades, aprovechando que son unas semanas en las que las relaciones amorosas se disparan debido a las bajas defensas de muchas personas en unas fechas tan señaladas y a las cada vez más de modas cenas de empresa.
"Yo he sido un pagafantas. El mayor pagafantas de Dakota del Sur. Ahora soy el presidente de una startup, millonario y tengo todas las mujeres que deseo pese a mi obesidad y mis gafas", declaró Michael Woodstone, presidente y fundador de la compañía. "Me sentía en deuda con los míos. Con todos esos 'nerds' que me admiran. Esto no lo hago por dinero, lo hago por mi gente".
iPagafantas saldrá al mercado por un precio de unos 1.500 dólares y la compañía quiere que en no mucho más de dos meses empiece a venderse en Europa. La compañía, de momento, descarta dar el salto a Asia. "Ni con un robot un japonés pagafantas podría ligar, sería un suicidio comercial. ¿Les has visto la cara? No necesitan un robot, necesitan un milagro", dice Woodstone para explicar el porqué de que su compañía haya decidido despreciar un mercado tan potente como el asiático.
