MADRID, 8 Nov. (EDIZIONES/Portaltic) -
El FBI ha admitido que todavía no ha logrado acceder a los datos almacenados en el 'smartphone' del autor del asesinato a tiros de 26 personas en una iglesia baptista en Texas (Estados Unidos), el pasado domingo.
Christopher Combs, investigador de división de San Antonio de la oficina estadounidense, ha informado este martes en rueda de prensa de que el equipo investigador del FBI intentó acceder sin éxito a los datos del terminal de Davin P. Kelley, de 26 años, que fue hallado muerto en el interior de su vehículo tras el tiroteo.
El medio británico BBC recoge que Combs ha explicado que ante el bloqueo del 'smartphone', cuya marca aún no ha trascendido, el FBI lo ha trasladado a su central en Quantico, en el Estado de Virginia, donde será analizado por su equipo de expertos. Por el momento, el investigador no se ha aventurado a proporcionar una fecha para la desencriptación del dispositivo.
"Las fuerzas de seguridad, tanto a nivel estatal y local como federal son cada vez más frecuentemente incapaces de acceder a estos teléfonos", ha declarado Combs, que también ha alertado del avance en las tecnologías de encriptación en los 'smartphones'.
Los mecanismos de seguridad incluidos en los teléfonos móviles ya han causado problemas al FBI en ocasiones anteriores. En 2016, la oficina estadounidense se vio forzada a acceder a través de una 'puerta trasera' al iPhone del autor de la matanza de San Bernardino, ante la negativa de Apple a facilitar sus datos. Para lograrlo, tuvo que pagar cerca de un millón de dólares a un grupo de 'hackers' israelí, aunque no reveló datos sobre la herramienta que utilizaron estos.
