MADRID, 25 Nov. (Portaltic) -
Un grupo de investigadores del MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, ha desarrollado una forma de utilizar el Kinect, el periférico que registra el movimiento en las consolas de Xbox, como un potente microscopio clínico.
El centro de investigación está constantemente sacando a la luz nuevos inventos y buscando nuevas formas de mejorar las tecnologías ya existentes para ampliar sus usos, y, esta vez, su innovación es curiosa a la par que útil y barata.
La transformación del aparato de Microsoft en un microscopio se produce gracias a las transformadas de Fourier, transformaciones matemáticas que se usan para convertir señales entre el tiempo y la frecuencia, las cuales son la base de un método para obtener mucha más información de lo que capta la cámara del Kinect.
Este tipo de matemáticas avanzadas dividen la señal del periférico en las frecuencias que la forman o determinan, de forma que pueden medir los intervalos de tiempo de una muestra biológica entre los que se absorbe luz y se emite.
“El tema de nuestro trabajo es coger la precisión electrónica y óptica de uno de estos caros microscopios y reemplazarlos con la sofisticación de los modelos matemáticos. Así, mostramos que se puede utilizar algo relacionado con los consumidores, como es el Kinect de Microsoft, para hacer algo biológico prácticamente igual que lo realiza un microscopio”, explica una de las desarrolladoras del proyecto y estudiante del MIT, Ayush Bhandari, en la página web del Instituto.
El Kinect para Xbox One tiene un precio de venta de 149,99 euros, mientras que uno de los microscopios que se utilizan en los laboratorios científicos pueden valer cientos de miles, por lo que cambiar de un aparato a otro quizá no sea la mejor opción, aunque sí que puede sacar de un apuro a los científicos o ser utilizados en laboratorios con menos recursos como una base potente y barata con la que trabajar.
