MADRID, 27 Ene. (Portaltic) -
Hoy en día no se nos hace raro ver a un niño de tan solo cuatro años manejar con soltura la pantalla táctil de un móvil de última generación, verlo jugar al Candy Crush o incluso mandar emojis y letras sueltas por WhatsApp. ¿Pero, por qué sucede esto? ¿De quién es la responsabilidad? ¿Es algo negativo o positivo? El gobierno de Taiwán parece tenerlo claro: los padres son los responsables y por lo tanto deben ser ellos los que reciban el castigo si sus hijos utilizan en exceso los móviles.
Según recoge la web Kotaku, el congreso del país ha aprobado una nueva regulación para multar a los padres cuyos hijos menores de 18 años usen el smartphone por un tiempo muy prolongado. Lo que todavía no ha quedado muy claro es cuál será el tiempo límite establecido y cómo los padres pueden controlarlo.
Lo que sí se ha establecido de forma clara es la multa que tendrán que pagar los que inclumplan la nueva regulación: más de 1.595 dólares.
El objetivo de Taiwán es evitar que los niños comiencen a usar el móvil sin control ya desde muy temprana edad. Los expertos aseguran que la exposición prolongada afecta la vista a largo plazo, pero también puede tener consecuencias de otro tipo, por ejemplo, las relacionadas con la privacidad del menor.
Los expertos aconsejan que los menores de 2 años no estén expuestos al móvil y aquellos de entre 3 a 18 años solo lo utilicen unos 30 minutos al día.
Muchos ciudadanos taiwaneses no ven bien esta nueva regulación, ya que consideran que el gobierno se está entrometiendo de alguna forma en el su vida privada.
