Analizamos Deadlight Director's cut, un gran juego en 2D con sello español

Actualizado: lunes, 1 agosto 2016 12:36

   MADRID, 1 Ago. (EDIZIONES/Portaltic) -

   Buenas de nuevo, queridos 'gamers'. En estos tiempos veraniegos os traemos un remake de la mano de Tequila Works, Deadlight Director's cut. Este juego de plataformas indie en 2D nos trae una experiencia ágil no apta para cardiacos. Ya os vamos avanzando que nos ha causado una buenísima impresión.

   Ambientado en un entorno post-apocalíptico en los años 80, nos cuenta la historia de Randall Wayne y la búsqueda de sus familiares en un mundo habitado por zombies o, como los nombra la historia, 'sombras'. Randall avanza por el alcantarillado y los edificios en ruinas de la ciudad estadounidense de Seattle para conseguir llegar a los denominados puntos seguros, zonas altas dónde no pueden acceder los zombies.

   Hay que avanzar entre carreras y puzles para no ser alcanzado por estas 'sombras', que además podrán ser abatidas por diferentes armas blancas y de fuego. Eso sí, como es costumbre en el género survival, haciendo buen uso de cada bala y no desperdiciándolas.

   La jugabilidad es excepcional, muy sensible a la hora de tener que realizar saltos en el último pixel para poder alcanzar el objetivo, girar el joystick en el momento perfecto para poder impulsarte con la pared y realizar un típico doble salto o efectuar un disparo atinado para no desperdiciar munición extremadamente valiosa.

   Todos esos detalles gustan al clásico 'gamer' y son perfectos para que este título se gane un lugar importante entre los 'speedrunners', pues la campaña no es larga. Además, se avanza con sencillez, los puzles no son complicados y los puntos de guardado muy frecuentes.

   La historia es muy típica, un superviviente de un holocausto zombie busca a su familia y gracias a una serie de retrospecciones o 'flashbacks' nos muestra fragmentos de la vida del protagonista anteriores al apocalipsis, al más puro estilo de las series de televisión.

   

   El personaje evolucionará con cada capítulo, consiguiendo más capacidad enérgica, más vida o diferentes armas, que serán clave para poder superar las pantallas. Por su parte, el movimiento en 2D, combinado con un perfecto 'lateral scrolling' y la profundidad que ofrecen los diseños de los fondos y entornos, nos hace involucrarnos aún más en el juego y sentir ese agobio para el que están pensados este tipo de obras.

   Como conclusión, los puntos más favorables son el arte del videojuego, con todos los detalles sumamente bien trabajados. Los controles y la jugabilidad exigen ser muy habilidosos con el mando. Por otra parte, el cronómetro deleitará a los 'speedrunners', mostrando a todos los jugadores sus tiempos durante los capítulos o, incluso, la historia completa.

   Por contra, la duración de la historia resulta algo corta, aunque bien es cierto que se trata de un juego indie y, por lo tanto, podemos comprarlo por unos 20 euros, un precio mucho más barato al que estamos acostumbrados con las típicas grandes producciones.