Una científica española describe una estrategia para maximizar la función de los glóbulos blancos

Glóbulos Blancos
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Actualizado: viernes, 17 junio 2011 12:02

MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

La investigadora del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Centro de Investigaciones Científicas (CSIC) Yolanda R. Carrasco ha publicado en la revista 'Blood' una estudio sobre cómo consigue el sistema inmune maximizar el encuentro de los linfocitos B con los antígenos a la hora de iniciar la producción de los anticuerpos.

La producción de anticuerpos por parte de los glóbulos blancos se inicia cuando estos entran en contacto con el antígeno preciso: una parte del patógeno que nos causa la enfermedad. Según R. Carrasco, "maximizar la eficiencia de búsqueda del antígeno específico es de gran relevancia". Y eso es precisamente lo que ha descrito en su laboratorio.

En su artículo, propone dos mecanismos por los que los linfocitos B, un tipo de glóbulos blancos, optimizan el rastreo de antígeno y, en consecuencia, el inicio de la respuesta inmunitaria humoral, mediante la modulación de su comportamiento celular.

Acumulados en los ganglios linfáticos y en el bazo, los linfocitos B se encuentran a la espera de entrar en contacto con los antígenos para iniciar la respuesta inmunitaria humoral.

Para ello es necesario que haya una suficiente cantidad de antígenos. Sin embargo, estudiando en el laboratorio el movimiento de los linfocitos B, el grupo de Yolanda R. Carrasco ha podido comprobar que el sistema inmune cuenta con un tipo de células llamadas células foliculares dendríticas que facilitan la migración de los linfocitos B en busca de antígenos.

Para ello, las células foliculares dendríticas segregan una molécula conocida como quimioquina CXCL13 que atrae a los linfocitos B. Estos tienen en su superficie unas proteínas (CXCR5) que, al unirse a dichas moléculas, provocan que el linfocito B comience a moverse.

Cuando el antígeno es lo suficientemente abundante, lo que provoca esta quimioquina es que los linfocitos B emitan una serie de extensiones en su membrana que aumentan el área de contacto con los antígenos presentes en la zona en la que se encuentran.

Como recalca Carrasco, estos mecanismos hasta ahora desconocidos representan un sistema realmente "eficiente de aumento y optimización de la capacidad de los linfocitos B para encontrar antígenos, activarse e iniciar la respuesta inmunitaria de tipo humoral".