Casi un tercio de los españoles con VIH es diagnosticado y tratado cuando la enfermedad ya está en fase avanzada, según

Actualizado: miércoles, 1 abril 2009 13:02

El perfil del paciente con mayor riesgo de ser diagnosticado de manera tardía es un varón, heterosexual, inmigrante y de entre 45 y 50 años

WINDSOR, 1 Abr. (REINO UNIDO) - (Del enviado especial de EUROPA PRESS, Javier Leo)

En torno a un 30 por ciento de los pacientes españoles infectados por el virus del VIH descubre su enfermedad cuando ya se encuentra en fase avanzada, la carga viral es alta y el sistema inmune está muy deteriorado, según afirmaron diferentes especialistas internacionales durante un encuentro celebrado en Windsor, Reino Unido, sobre el tratamiento del VIH en pacientes con diagnóstico tardío.

Las principales consecuencias de un descubrimiento tardío de la infección son la falta de efectividad y la mayor toxicidad que muestran los tratamientos antirretrovirales, el aumento de la tasa de mortalidad -- hasta el 77% de los fallecimientos asociados al sida pueden estar derivados de un diagnóstico en fase avanzada-- y el incremento de transmisiones a personas no infectadas debido al desconocimiento del paciente sobre su enfermedad.

En este sentido, el perfil del paciente con mayor riesgo de ser diagnosticado ya en fase avanzada es un varón, heterosexual, inmigrante y de entre 45 y 50 años, según concluyeron los expertos durante la jornada organizada con la colaboración de Bristol-Myers Squibb. De hecho, estos grupos de riesgo "son los responsables de más de la mitad de las nuevas infecciones por VIH que se registran en toda Europa, en proporción casi tres veces más que las procedentes de pacientes diagnosticados en fases más tempranas", concluyeron en la jornada.

Para la directora Clínica del Departamento de Medicina General, VIH/sida y Medicina Torácica del Royal Free Hospital de Londres, la doctora Margaret Johnson, la manifestación tardía de la infección por VIH "no sólo tiene un impacto negativo sobre el propio paciente; también sobre el resto de la población".

"Los afectados responderán peor al tratamiento y es más probable que transmitan el virus a otras personas. Dada la gravedad de este asunto en Europa Occidental, es imprescindible que tomemos medidas urgentes que contribuyan a ampliar el diagnóstico y tratamiento precoz del VIH, y a reducir el estigma que existe entorno a esta enfermedad", señaló.

FALTA DE CONSENSO EN EUROPA

En Europa, entre el 15 y el 38 por ciento de los pacientes VIH positivos es diagnosticado y tratado cuando la infección ya ha evolucionado a sida. A pesar de estas cifras, a nivel europeo no existe una definición "estándar" de manifestación tardía de la enfermedad ni guías clínicas que indiquen a los profesionales cómo actuar ante estos casos, comentó el jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal, el doctor Santiago Moreno.

Los recientes cambios en las guías de tratamiento del VIH confirman la necesidad de iniciar el tratamiento cuando el recuento de CD4 --glóbulos blancos que "dirigen" el ataque del sistema inmune contra las infecciones-- oscile entre los 350 y los 500/mm. Las recomendaciones de 2008 de la Sociedad Internacional de Sida (IAS) proponen considerar el inicio de la terapia antes de que el número de células CD4 sea inferior a 350 /mm frente a las del 2006, que recomendaban la terapia antirretroviral para pacientes asintomáticos, con un número de CD4 igual o menor de 200 /mm.

Además, en el 2008, la decisión de comenzar o no la terapia en pacientes con 350 o más CD4/mm debe ser individualizada, teniendo en cuenta la presencia de otras patologías asociadas, de factores de riesgo para la progresión del sida y de otras enfermedades, así como la disposición del paciente para iniciar el tratamiento.

"Esperamos que en unas pocas semanas se confirme el documento de consenso que hemos elaborado los expertos presentes en estas jornadas para, de ese modo, intentar reducir las nuevas infecciones y el riesgo de mortalidad de las detectadas tardíamente, que es hasta 20 veces superior en los pacientes con menos de 200 CD4/mm", apuntó el doctor Moreno.

BENEFICIOS DEL DIAGNÓSTICO TEMPRANO

Diversos estudios han demostrado que la detección precoz del VIH contribuye a reducir la mortalidad a corto plazo --con una mejoría general del 56%-- y también la que se produce entre las personas con sida que adquirieron la infección a través de relaciones heterosexuales --mejoría del 32%--. El diagnóstico temprano es además "una herramienta clave para impedir que la epidemia siga propagándose", aseveró el director de la Clínica Universitaria de Bonn (Alemania), el doctor Jürgen Rockstroh.

Según este experto, el tratamiento temprano facilita una mejor recuperación del sistema inmunológico del paciente, evita la progresión a sida y reduce las posibilidades de fallecer y desarrollar enfermedades asociadas. "Gracias a los avances en la investigación médica, actualmente contamos con diferentes opciones de tratamiento para pacientes con un número bajo de CD4, incluyendo a aquellos en los que se ha diagnosticado la enfermedad en fase avanzada. La terapia antirretroviral permite que muchas personas infectadas puedan vivir durante mucho tiempo y con una buena calidad de vida", explicó.

No obstante, las tasas de diagnósticos tardíos varían según el país y la definición utilizada. En este sentido, los datos presentados durante la jornada destacan que al 28 por ciento de los pacientes españoles se les detectó la enfermedad durante el mismo mes o, inmediatamente antes, de que fueran diagnosticados de sida, mientras el 33 por ciento de los pacientes en el Reino Unido, el 38 por ciento en Francia y el 39 por ciento en Italia tenían, en el momento del diagnóstico, una tasa de CD4 menor a 200/mm y/o una enfermedad que progresaba a sida durante el año del diagnóstico.

Asimismo, en Suecia, el 45 por ciento fue diagnosticado cuando quedaba menos de tres meses para la manifestación clínica de la enfermedad de sida, y en Alemania el 30 por ciento fue diagnosticado con un recuento de CD4 menor de 200/mm . Estos pacientes tienen un mayor riesgo de adquirir infecciones oportunistas y desarrollar diferentes enfermedades en un corto periodo de tiempo. Asimismo, pueden tener una peor respuesta al tratamiento cuando empiezan la Terapia AntiRretroviral de Gran Actividad (TARGA). La aparición de resistencias es otro problema a tener en cuenta en este grupo de pacientes, comentaron los expertos.