Más de un tercio de los bebés que nacen con complicaciones sufre problemas de desarrollo neurológico a largo plazo

Una Médico Atiende A Un Bebé En Una Incubadora
EUROPA PRESS/JUNTA DE ANDALUCÍA
Actualizado: viernes, 13 enero 2012 10:28

MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

Más de un tercio (37%) de los bebés que nacen con complicaciones de salud, como el parto prematuro, problemas obstétricos, ictericia o infecciones, sufre después consecuencias en su desarrollo a largo plazo que pueden generarles discapacidad.

Así lo señala un estudio del Centre for Geographic Medicine Research, el Kenya Medical Research Institute y Saving Newborn Lives/Save the Children, publicado ya en la edición 'on line' de la revista especializada 'The Lancet'.

En los últimos 10 años se han intensificado los trabajos para conseguir aumentar la supervivencia infantil en el mundo para que los países alcancen el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio: reducir en dos tercios la mortalidad de los niños menores de cinco años.

Así se ha logrado aumentar la concienciación sobre la importancia de evitar la muerte de recién nacidos --aquellos que fallecen en el primer mes de vida--, que ahora suponen cerca del 40 por ciento de todas las muertes de niños menores de cinco años en el mundo. Los progresos en la reducción de estos fallecimientos se han extendido lentamente, pese a que aún unos 3 millones de niños mueren cada año.

Los autores de este informe manifiestan una seria preocupación por que, aunque es una buena noticia que mejore el cuidado neonatal, algunos países --sobre todo los que poseen cuidados intensivos, pero poca capacidad de seguir a los pacientes-- puedan sufrir una epidemia de discapacidad similar a la observada en países de ingresos altos a mediados del siglo pasado, con enfermedades como la retinopatía causando ceguera en bebés supervivientes de los años 60 en Europa y Norteamérica.

Según estos expertos, muchos bebés que sobrevivieron a estas graves enfermedades siguieron su desarrollo normal gracias a la elasticidad del cerebro humano y su capacidad de adaptación. Sin embargo, en algunos recién nacidos, estos daños pueden generar diferentes grados de discapacidad en el desarrollo neuronal a largo plazo.

Estas discapacidades generan una mayor carga económica, con pérdida de la capacidad de generar beneficios. El nuevo informe sugiere que esta situación puede hacerse incluso más común de lo que se piensa en muchos países donde muchas familias viven ya en la pobreza.

Las conclusiones de este estudio se basa en la revisión sistemática de 153 trabajos, que se extendían entre los años 1966 y 2011 y registraban consecuencias en el desarrollo neuronal de los bebés que sufrieron complicaciones neonatales.

Dado que los estudios de mayor calidad incluyen datos de Europa y Norteamérica, los autores creen que podría haberse dado una valoración incompleta del panorama global, aunque la fotografía de los países de ingresos altos es la más completa.

El riego estimado de al menos una discapacidad asociada con uno o más daños estudiados --de los que se excluye el VIH-- fue del 37 por ciento. Este riesgo no se vio significativamente afectado por la región, el periodo al que pertenecen los datos, la duración del seguimiento o el diseño del estudio.

Los autores han visto también que el riesgo de sufrir al menos una discapacidad severa de un 18 por ciento, de al menos una discapacidad moderada del 5 por ciento y de al menos una discapacidad leve del 10 por ciento.

Las discapacidades más comunes eran dificultades para el aprendizaje, la capacidad cognitiva o el retraso en el desarrollo (en el 59% de los niños discapacitados), parálisis cerebral (21%), daños en audición (20%) y vista (18%).