El primer año de la nueva ley del tabaco se salda con 600.000 fumadores menos

Tabaco, fumando
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 27 diciembre 2011 15:24

MADRID, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -

A falta de unos días para que se cumpla el primer año de la entrada en vigor de la actual Ley del tabaco, el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) calcula que unas 600.000 personas han dejado de fumar desde el pasado día 2 de enero, fecha en la que se prohibía fumar en todos los espacios públicos cerrados.

Ante este dato, los profesionales sanitarios que agrupan la organización muestran su satisfacción por unas cifras, dicen, que "hablan por sí mismas". Y es que, además de haber conseguido que una parte de la población se plantee dejar de fumar, al menos se han dejado de vender más de 500 millones de cajetillas.

Asimismo, destacan que se ha producido una caída del 10 por ciento de los ingresos hospitalarios por infarto o la disminución en un 15 por ciento de los casos de asma infantil.

Por tanto, esperan que "estos buenos motivos" sean suficientes para que no haya retrocesos en la ley y se siga avanzando en las medidas de prevención y control del tabaquismo. Y, por si aún quedan dudas, recuerda que existen otras razones como que es está demostrado que el tabaco es un carcinógeno ambiental para el cual no hay un nivel seguro de exposición, de modo que cualquier cantidad es peligrosa.

Además, desde la CNPT se considera que "aún queda camino por andar hasta cumplir los principios que inspiran el Convenio Marco para el Control del Tabaquismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que España, por cierto, ha ratificado".

Entre otras actuaciones pendientes, afirma que falta alinear la fiscalidad del tabaco de liar con los cigarrillos; ir de la mano de la UE hacia un etiquetado uniforme de las cajetillas y productos de tabaco que evite logos e imágenes atractivos y deje claro en todo caso su perniciosidad; e informar sistemáticamente a la población sobre los verdaderos riesgos del tabaco.

Asimismo, pide que se desarrolle una asistencia adecuada a los fumadores que quieren dejar de fumar pero su adicción se lo impide, promoviendo la formación de los profesionales en deshabituación tabáquica; y, por otra parte, un mayor control de la promoción y publicidad ilícita del tabaco que sutilmente persiste en algunos medios.

UN DECÁLOGO DE SUS BENEFICIOS

Esta entidad que reúne a más de 40 sociedades científicas y asociaciones del sector sanitario, advierte de que el humo de tabaco ambiental es capaz de causar infartos cardiacos en no fumadores sanos, cáncer de pulmón y otras enfermedades respiratorias en adultos y sobre todo en niños.

Por este motivo, ha desarrollado un decálogo en el que fundamenta los beneficios de la Ley. En primer lugar destaca que la ley está "funcionando" y su impacto en un menor consumo es "evidente"; en segundo lugar, recuerda que está aceptada y es ejemplar para otros países; y, asimismo, recuerda, la apoyan muchos fumadores y, añade, "hay una satisfacción generalizada sobre sus beneficios".

En cuarto lugar manifiesta que los locales son más respirables, como demuestra que "la contaminación en el interior de los locales por las partículas finas del humo del tabaco en el aire ha descendido un 90 por ciento"; le sigue que es eficaz contra la adicción; que es han producido menos ingresos en los hospitales; y, en consecuencia, que ha reducido el coste sanitario y social.

"Las mejoras en salud tienen además implicaciones importantes en ahorro de costes sanitarios y sociales. Además es probable que el dinero que los exfumadores gastaban en tabaco, se utilice en otros productos y servicios que generan empleo y beneficios sociales", advierte la CNPT.

En octavo lugar, destaca que la aplicación de la ley no ha producido informaciones catastrofistas sin fundamento, ni ha generado conflictos, disputas ni ha alterado la armonía social; además, añade, bares y restaurantes siguen igual de frecuentados y ha aumentado el turismo; y, finalmente, apoya que se mantenga ya que "un retroceso ya no se entendería".

"Así las cosas, hay que concluir que un retroceso o modificación legislativa no se entendería. Daría motivos a disputas, conflictos y problemas, puesto que grandes colectivos sociales: menores, personas frágiles, embarazadas, trabajadores del sector y otros, verían retroceder su salud de forma inmediata", añade para terminar afirmando que "la sociedad española ha optado por una convivencia en espacios más saludables".