Científicos españoles buscan un tratamiento para el síndrome del acento extranjero

Actualizado: jueves, 4 julio 2013 19:33

MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un equipo multidisciplinar de la Universidad de Málaga están trabajando en el diseño de nuevos tratamientos para el síndrome del acento extranjero, enfermedad rara caracterizada por una alteración del habla, que combinaría técnicas neurológicas y lingüísticas.

La enfermedad, de la que en España apenas hay unos 40 afectados, fue descrita por primera vez en 1907 y, aunque no influye en otras habilidades lingüísticas como la corrección léxica y gramatical ni a la inteligibilidad, provoca que la pronunciación de la persona parezca de otro país.

En el artículo que publica la revista 'Neuropsychologia', los investigadores españoles han publicado el análisis completo de una paciente que presentaba algunos rasgos propios del síndrome y de la que estudios médicos previos no ofrecieron una explicación satisfactoria a varias de sus dificultades.

La investigación se abordó desde varios frentes ya que, por un lado, se analizó detalladamente su capacidad de comunicación y la producción lingüística, con especial atención a los rasgos fonéticos, al tiempo que llevaron a cabo distintas pruebas médicas de diagnóstico.

Entre varios síntomas, se pudo detectar una ralentización general en su habla, pérdida de habilidades prosódicas --sobre todo en el contenido emocional--, la dificultad para emitir la entonación correcta de una frase interrogativa y ciertos errores en las consonantes.

Según los responsables del estudio, fue particularmente llamativa la producción de los sonidos entre sílabas de la 'b', la 'd' y la 'g'. "Mientras que el hablante nativo español puede producir estos sonidos de forma suave o fuerte (...) La paciente, sin embargo, al igual que muchos hablantes extranjeros, tendía a la pronunciación fuerte, como si dividiera cada palabra sílaba a sílaba", ha detallado Ignacio Moreno-Torres, del departamento de Filología Española y uno de los autores del estudio.

LESIONES ESTRUCTURALES

Otra de las cuestiones sobre la que ha intentado arrojar luz este trabajo es la de conocer cuáles son las lesiones estructurales y funcionales.

Así, el uso de la resonancia magnética descubrió pequeñas lesiones que afectaban especialmente al opérculo frontal y la ínsula interior, zonas del cerebro íntimamente relacionadas con la planificación de los mecanismos que permiten la iniciación del lenguaje y la articulación del palabras.

"Las pruebas revelaron, entre otros indicios, una ruptura de los componentes clave de la red ligada a la planificación y ejecución de la producción del lenguaje, y a la propia comunicación emocional", ha añadido Marcelo Berthier, neurólogo del Centro de Investigaciones Médico-Sanitarias de la UMA, también coautor del estudio.

Junto a ello diversos indicios apuntaban a una ruptura de las vías colinérgicas --lateral y media-- del cerebro como causa de la hipoactividad en esa región cerebral.

Las vías colinérgicas son un sistema de células nerviosas que necesitan de la acetilcolina como neurotransmisor, es decir, como vía para transmitir señales que intervienen en una infinidad de procesos y entre los que se encuentra el del habla.

"En este caso la detección de este déficit en las vías colinérgicas abre la puerta para el uso fármacos que restablezcan la actividad funcional de estas vías, un aspecto ya que habíamos estudiado en otros pacientes", ha aseverado Berthier.

IMPACTO SOCIAL DEL SÍNDROME

Además de detectar cuáles son los déficits lingüísticos y cognitivos, la investigación ha tenido como objetivo determinar el impacto que tiene el síndrome en la comunicación cotidiana y en el perfil psicosocial de los afectados.

En este sentido, las pruebas dieron como resultado que la paciente, a pesar de que en aspectos puramente lingüísticos obtuvo puntuaciones que fueron óptimas, contaba con un nivel muy reducido de interacción y participación social.

Una consecuencia que los especialistas han alejado de causas psiquiátricas y que fundamentan sobre todo en la disminución de habilidades ligadas a la comunicación, como por ejemplo la iniciativa a la hora de comenzar la emisión verbal o de abrir una conversación, e incluso la capacidad de transmitir carga emocional y de su estado de animo a través del habla.

En conjunto el estudio permite comprobar las variadas consecuencias de una lesión tan pequeña y abre las vías para un tratamiento combinado. Una terapia que suma la medicina a las técnicas lingüísticas que venían aplicándose en estos casos hasta la fecha.

Gracias, en parte, a la identificación precisa de las alteraciones cerebrales provocadas por la lesión cerebral y de las consecuencias cognitivas y lingüísticas.