Un 67% de los cazadores españoles no usan protección auditiva sabiendo el riesgo al que se exponen, según un estudio

Publicado: jueves, 22 septiembre 2016 15:06

MADRID, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un 67 por ciento de los cazadores españoles no usa protección auditiva a pesar del riesgo de sordera en el uso de las armas, según revela el estudio 'La sordera del cazador', elaborado por la empresa especializada 3M.

El trabajo, en el que ha participado un millar de aficionados a la caza, afirma que un 54 por ciento de los encuestados aseguran que los cazadores de su entorno conocen la relación entre la pérdida de audición y el ruido estridente de las armas. Además, indica que entre los que dicen estar informados del riesgo de sordera, un 64 por ciento optan por no usar medidas o sistemas de protección mientras practican este deporte.

Entre las causas que esgrimen los encuestados, un 30 por ciento aseguran no sentirse cómodos a la hora de apuntar y aislarse del entorno, un 24 por ciento encuentran su razón en el precio, un 14 por ciento porque los sistemas de protección les hacen sudar y un 12 por ciento porque desconocen la relación entre exposición a ruidos extremos y sordera.

En este sentido, recuerdan que la Organización Mundial de la Salud estima que durante la práctica de la actividad cinegética se llegan a superar los 150 decibelios y la Asociación Estadounidense de Lenguaje de Signos advierte de que entre los cazadores, la probabilidad de padecer pérdida auditiva es cuatro veces mayor que para el resto de la población.

Para el Jefe de Servicio de Otorrinolaringología en el Hospital Rey Juan Carlos, Raimundo Gutiérrez, la hipoacusia o "sordera del cazador" se trata de una patología que se presenta como un "daño crónico" en el oído interno tras exponerse a sonidos "especialmente traumáticos" como los que superan los 80 decibelios. De hecho, explica que la mayoría de las armas de fuego rebasan los 140 decibelios.

"La única y más eficaz medida de prevención es protegerse de los ruidos intensos y en este caso, buscar métodos de protección que eviten la llegada de ondas sonoras de alta intensidad al oído interno", ha concluido.