España y EEUU colaborarán durante 4 años en investigación de accidentes nucleares severos

Imagen de la central de Kewaunee, en Wisconsin, EEUU
NRC
Actualizado: miércoles, 30 septiembre 2015 15:01

Ambos países ultiman un acuerdo por el que los residuos nucleares de Palomares podrían trasladarse a Nevada en 2017 o incluso antes

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Consejo de Seguridad Nuclear ha aprobado la propuesta de renovación por cuatro años más del acuerdo de colaboración con el Organismo regulador nuclear de Estados Unidos (USNRC) para la cooperación e intercambio de información sobre accidentes severos.

Así consta en el acta del Pleno del pasado 4 de septiembre en la que se señala que el inicio de los trámites para la renovación de este convenio específico ha sido propuesta por la Dirección Técnica de Seguridad Nuclear.

La colaboración con la NRC de Estados Unidos forma parte del 'Cooperative Sever Accident Research', que el país norteamericano tiene con una veintena de países.

El acuerdo establece las formas de colaboración entre el CSN y la NRC en materia de investigación de accidentes severos y tendrá un coste total de 200.000 dólares (178.378 euros).

El regulador estadounidense mantiene programas de investigación con agencias de seguridad nuclear e instituciones de más de veinte países. Esta investigación contribuye, según informa la NRC, al apoyo y toma de decisiones regulatorias sobre las tecnologías emergentes, los equipos y componentes envejecidos y otros asuntos variados sobre seguridad.

De este modo, los reguladores intercambian sus proyectos de investigación para favorecer y cubrir las necesidades mutuas de conocimiento y hacerlo con una mayor eficiencia.

Precisamente, en estas semanas ambos países podrían estar ultimando un acuerdo por el que Estados Unidos se llevaría los residuos nucleares de Palomares al Estado de Nevada. De este modo, el CSN ha valorado positivamente la propuesta que remitió el país norteamericano y por el que los residuos podrían dejar España en 2017.

En concreto, el Gobierno de Estados Unidos se plantea transportar los residuos radiactivos de las bombas termonucleares que cayeron en Palomares (Almería) en 1966 y almacenarlas en el Sitio de Seguridad Nacional de Nevada, según consta en la planificación para 2015 del Departamento de Energía estadounidense.

De este modo, este emplazamiento está "considerando" una evaluación ambiental sobre la cobertura para su almacenaje y posterior transporte de los residuos de baja intensidad de Palomares, hasta el almacén de residuos de Nevada, según señala el documento avanzado por El Confidencial y al que ha tenido acceso Europa Press.

Sin embargo, el departamento estadounidense señala que esta propuesta está aún en una "etapa temprana de consideración" y que no se ha tomado aún una determinación formal. Según la planificación estadounidense, el proyecto de traslado y almacenaje oscilaría entre 12 y 24 meses.

Por otro lado, fuentes españolas conocedoras de las negociaciones han confirmado a Europa Press que Estados Unidos ha remitido una propuesta para acometer este proyecto cuya duración sería de entre 12 y 24 meses desde su inicio.

Por lo tanto, esto significa que, si España y Estados Unidos finalmente llegan a un acuerdo, que podría "cerrarse pronto", los residuos de Palomares podrían estar fuera de España en 2017, medio siglo después desde que cayeron accidentalmente al mar.

Así, han añadido que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ya ha recibido dicho informe, que ha sido estudiado y valorado positivamente en el Pleno por parte de los consejeros del regulador atómico español.

En este sentido, estas mismas fuentes han apuntado que se trata de un asunto de Estado que ha sido clasificado como información reservada por parte el Ministerio de Asuntos Exteriores pero que, en todo caso "sigue su recorrido", aunque en estos momentos es necesario tener "cautela", al tratarse de un asunto "sensible" que podría estar "cerca" de resolverse.

HACE CASI MEDIO SIGLO

El 17 de enero de 1966 una colisión accidental de dos aeronaves estadounidenses en una operación de repostaje en vuelo. Los dos aviones quedaron completamente destruidos y los restos de dos de las cuatro bombas termonucleares que portaba un B-52 que cayeron sobre el litoral y en el mar Mediterráneo en Palomares. Sus restos de plutonio y americio quedaron extendidos en cuatro parcelas que suman unas 20 hectáreas.

Al impactar con el suelo, dos de las bombas deflagraron y parte de su explosivo químico se diseminó. En concreto, quedaron esparcidos buena parte de los 9 kilogramos de combustible nuclear fisionable, en forma de óxidos de plutonio, uranio y americio, fundamentalmente.

En el informe del CSN 'Palomares, en el camino de la normalización radiológica', se asegura que desde 1966 los programas de vigilancia "no han mostrado ningún resultado que haga sospechar la existencia de morbilidad inducida por las radiaciones ionizantes y que no hay ninguna patología directamente relacionada con la dispersión de material radiactivo en el medio ambiente a causas del accidente".

Sin embargo, el riesgo radiológico para la población sigue vigente, a través de las partículas contaminantes si se transmiten por el aire o por los alimentos. "La restricción de uso de los terrenos aseguró que la exposición de la población fuese muy baja", valora el documento.

El 7 de julio de 2010, se celebró en Washington (Estados Unidos) una reunión entre el departamento de Defensa y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, en la que se informó al Gobierno norteamericano de la situación de Palomares y se insistió en que "la única solución definitiva es la retirada del suelo contaminado".

Poco más de medio año más tarde, entre el 22 y el 25 de febrero de 2011, técnicos estadounidenses y españoles se reunieron en Madrid y también se trasladaron a Palomares. La delegación estaba formada por expertos en rehabilitación y gestión de residuos, manteniéndose las discusiones técnicas sobre las opciones de actuación y propuestas de retirada, limpieza radiológica o rehabilitación de los terrenos que seguían entonces con restricciones. Según añade el informe del CSN, "la visita fue muy fructífera y supuso un avance notable en aspectos técnicos".

AÑOS DE INACCIÓN

A principios de este verano, Ecologistas en Acción presentó una denuncia ante la Fiscalía del Tribunal Supremo (TS) contra el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) por inactividad con respecto a la contaminación radioactiva en Palomares, en Cuevas del Almanzora (Almería), al "haber permitido" la existencia durante casi medio siglo de un "cementerio nuclear al aire libre".

La denuncia fue elevada al fiscal de sala de Medio Ambiente y Urbanismo, Antonio Vercher, y pedía citar a declarar al presidente del CSN, Fernando Martí Scharfhausen, para que explique por qué el organismo "no avisó hace cincuenta años del peligro que supone remover tierras contaminadas", así como el porqué de que el Plan de Rehabilitación de Palomares "esté parado desde hace cinco años".

En ella, también se reclamaba que se depuren posibles responsabilidades entre los integrantes de los distintos gobiernos desde 1966.

El pasado mes de mayo en una respuesta parlamentaria, el Gobierno justificó el retraso de acuerdo con Estados Unidos porque esta administración debe finalizar su toma de decisiones interna que "es compleja debido a los distintos departamentos y agencias federales involucradas", por lo que añadía que "lleva tiempo".

En respuesta al diputado de IU José Luis Centella, el Ejecutivo agregaba que, en todo caso, a lo largo de toda esta legislatura el Gobierno de España ha insistido y ha trabajado con la administración norteamericana "a distintos niveles" para resolver la cuestión de Palomares "de forma satisfactoria" para los intereses españoles.

Leer más acerca de: