Madrid, 14 Nov (EUROPA PRESS) -
A pesar de que aún no es una tendencia mayoritaria, la celebración del divorcio se está convirtiendo en una práctica popular en Estados Unidos y ha generado todo un negocio de planificación de eventos asociados a la ruptura del matrimonio.
Una de las empresas pioneras en organizar celebraciones de divorcios es 'The Divorce Party Planner', un negocio de Las Vegas cuya dueña solía organizar típicas fiestas de despedida de soltero pero decidió cambiar de servicio ante la demanda creciente de celebraciones de divorcios.
El producto estrella de 'The Divorce Party Planner' es ofrecer a la divorciada la posibilidad de fusilar su vestido de novia con una ametralladora. Otras celebraciones de divorcios solicitadas por los clientes son fiestas en clubs, partidas de golf y saltos en paracaídas para "saltar a una nueva vida". Los precios de éstas celebraciones varían entre los 800 y los 3850 euros.
Para celebraciones más modestas, la empresa 'Elite Cake Creations' en Miami ofrece tartas personalizadas con temática de divorcio y cuya tarta más popular es la de una novia tirando al novio a la basura, a la venta por unos 60 euros.
El negocio de la celebración de divorcios ha llegado también a Europa, donde la holandesa 'Divorce Hotel' ofrece unas últimas vacaciones juntos para recién divorciados. El objetivo es "ayudar a las parejas a divorciarse de forma positiva y decente", ayudándolas a convertir las situaciones de pelea en una celebración con champán incluído.
Quizás este creciente negocio está frivolizando una situación que debería ser tomada con mayor seriedad, pero ante la certeza de que las rupturas siempre son difíciles estas empresas buscan ofrecer lo que muchos buscan al finalizar un matrimonio: una forma de añadir una nota dulce a un momento amargo.
