COMUNICADO: ¡No es justo! Aprende a gestionar tus enfados

¡No Es Justo! Aprende A Gestionar Tus Enfados
IEPP
Actualizado: viernes, 6 marzo 2015 13:32

MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -

¿Te resulta familiar esta expresión? ¿Te has planteado quizá, cuantas veces la utilizas al cabo del día o se te pasa por la cabeza? Puedes pararte a pensarlo e incluso escribir en este mismo momento cómo ha sido la situación que desencadenó esta injusticia.

"He vuelto a hablar con mi ex pareja, me llevé un gran disgusto al verle tontear con otras chicas, realmente me molestó mucho y cuando llegué a casa, tras no hablarle en toda la noche me puse a decirle por Whats App todo lo que se me pasaba por la cabeza. Al día siguiente reflexioné. No era justo mi comportamiento. Me sentía realmente culpable al pedir que no hablara con otras chicas, que me parecía mal, cuando realmente yo también estaba haciendo lo que quería con otros chicos. Sé que está mal y no quiero que me vuelva a pasar. No debe pasar.

¡¡¿¿Mi jefa no se da cuenta de cómo están las sillas del trabajo??!! Sin embargo bien que se pidió una especial para ella* Me parece realmente injusto, es una egoísta.

Tengo que quedar más con mi novia porque he estado últimamente haciendo muchas actividades, que si deporte, inglés, venir al psicólogo y tengo que compensarla así que la he pedido que me acompañe, así pasamos más tiempo juntos. Muchas veces creo que no está bien que yo haga tantas cosas y ella se quede en casa* No es lo mismo y ella se puede pensar que no le presto tanta atención como debería al yo tener más actividades de ocio que ella. Así que ya la digo, que tiene que moverse y salir a hacer más cosas. ¡Así compensamos!

¿Te identificas con alguna de estas historias o conoces a alguien que suela hacerlo?

Es muy constante apreciar una línea sutil pero con importantes repercusiones que van desde sentimientos de culpabilidad a la frustración o la rabia cuando la injusticia está presente. Martin Seligman en la vida que florece (2011) describe brevemente la virtud de la justicia como un conjunto de fortalezas que se manifiestan en actividades cívicas y van más allá de las reacciones individuales, haciendo referencia a la relación de una persona con grupos más amplios (amigos, familia*). Específicamente la fortaleza de la equidad e imparcialidad se relaciona con la idea de no permitir que los sentimientos personales sesguen las decisiones sobre otras personas dando a todo el mundo una oportunidad.

En la práctica diaria abordando casos reales con terapia positiva me encuentro en los procesos de terapia y desarrollo personal que las personas sienten una gran intensidad emocional cuando utilizan esta fortaleza en exceso, acompañada de pensamientos automáticos muy potentes donde rige la necesidad de actuar según valores propios en los que la ecuanimidad o igualdad sea común y universal.

Ahora bien ¿Quién marca que mi opinión sea justa o ecuánime? ¿Y común? Responder aquí implicaría contemplar la visión propia incluyendo el propio sistema de valores, juicos, experiencias y un sinfín de cuestiones personales influidas por múltiples factores* Entonces, ¿Qué hacemos con el sistema de valores del otro y sus propias vivencias? ¿Los estamos teniendo en cuanta? ¿Y otros posibles factores?

Muchas veces nos plantemos que algo es justo o no es, irremediablemente, en esa valoración quizá no estamos contemplando que el otro también cuanta con un sistema de creencias o valores que quizá sea contrario, complementario o diferente al nuestro. Cuando se produce esa discrepancia se ve, se siente* Pero cuando estoy juzgando y defendiendo mi criterio como único e irrevocable ¿No es posible que yo mismo esté siendo un poco injusto con los demás? ¿O quizá esté aplicando criterios cada vez menos inflexibles?

De este modo un primer punto de partida para trabajar la justicia como aliada y regulada podría estar en detectar en primer lugar si estoy teniendo pensamientos repetitivos basados en la importancia de la justicia, donde es necesario que exista un equilibrio para todo y valorar si realmente me sirve esa lucha en todos los casos.

Teniendo en cuanta que es una fortaleza que permite equilibrar y regular el bienestar, esta fortaleza conlleva múltiples beneficios para la convivencia al aumentar las habilidades de afrontamiento ante los problemas de la vida y fortalecer nuestra aportación hacia los demás, mejorando y apostando por aquello que creemos que merece la pena. Por lo tanto, siguiendo además el modelo y objetivo de trabajo en el gimnasio psicológico, ¿Podrías aplicar la fortaleza de la justicia en algunos casos de una manera más saludable, más flexible?

¡Solo trato de exponer una duda razonable!" (Henry Fonda en 12 Hombres Sin Piedad)

Aroa Ruiz Psicóloga y Coach del IEPP

Contacto: Instituto Europeo de Psicología Positiva (iepp.es) C/ De los Artistas, nº 38 - 1º B 28020 Madrid Correo electrónico: info@iepp.es Email de la autora: aroa.r@iepp.es Tellfs.: +34 91 126 82 67

Leer más acerca de: