ROMA, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El enviado del Papa Francisco a Irak, el cardenal Filoni, ha explicado que al Pontífice le hubiera gustado estar en este país con los que sufren y que él va en su nombre para llevarles su "amor profundo" así como para sensibilizar a las autoridades ante la persecución que viven los cristianos y otras minorías y para estudiar las posibilidades de ayuda.
"El Santo Padre, probablemente, también hubiera querido estar allí, en medio de esta pobre gente. Me encomienda esta tarea justamente para que yo haga presente este afecto, este amor profundo, ese compartir que el Papa tiene para éstos, nuestros pobres de hoy", precisa en un mensaje publicado por Radio Vaticana.
Según subraya, se trata de "una misión de aliento, confianza, ayuda espiritual, moral y psicológica" pues los cristianos perseguidos pueden pensar que Irak "no sigue siendo su país" cuando, en realidad, es un país "donde, históricamente, las minorías y las mayorías han cohabitado". "Sería un verdadero pecado hoy perder esta riqueza", añade.
El cardenal Filoni se muestra convencido de que las autoridades "harán de todo para poner a estos cristianos en una condición de bienestar, de futuro, de seguridad", pero considera que esta gente también debe "sentir que la Iglesia universal está con ellos, que no los abandona, que los considera valiosos en esta tierra".
