MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los obispos españoles han mostrado su alegría por la próxima disolución de ETA, una "pesadilla" que ha derramado "sangre, horror y violencia", pero han precisado que el "perdón" debe llevar consigo una "reparación" de las víctimas y una "reconciliación efectiva".
"Han pedido perdón y se agradece pero ese perdón lleva consigo reparación y contribuir y establecer las posibilidades de que tanto en el País vasco como en el corazón de los familiares y las víctimas se pueda crear un sociedad reconciliada, una cohesión social necesaria, que es la propia de los seres humanos", ha subrayado el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, en la rueda de prensa posterior a la 111 reunión de la Asamblea Plenaria de la CEE, que se ha celebrado esta semana en Madrid.
Así, Gil Tamayo ha dado "gracias a Dios" por que "de una vez acabe esta pesadilla de sangre, de horror, de utilización de la violencia, que siempre es maligna, y en este caso, con una perversión y que ha sido un lastre en la historia democrática del pueblo español".
También ha tenido un recuerdo para las familias de las víctimas de ETA para quienes este día es "especial" pero ha insistido en que su sufrimiento "no termina con una declaración" sino con un proceso necesario de "reconciliación" que es, a su juicio, "el trabajo que más tiempo exige".
AYUDA DE LA IGLESIA EN EL PROCESO DE RECONCILIACIÓN
"Si queremos que esta disolución contribuya a la gran tarea que queda, hace falta la reconciliación, que es el trabajo más costoso, que exige más generosidad", ha insistido, al tiempo que ha asegurado la ayuda de la Iglesia, especialmente, la del País Vasco para que este proceso sea posible.
"HA SIDO LA VICTORIA DE LA DEMOCRACIA"
También ha felicitado al pueblo español por esta "victoria de toda la sociedad española que quería acabar con esta lacra". "Ha sido la victoria de la democracia", ha afirmado.
Finalmente, ha pedido que el perdón y la reconciliación lleve a "evitar en el futuro iniciar caminos de violencia para defender unas ideas". Para los obispos, la legalidad y la democracia ofrece "los cauces para la manifestación de las propias ideas en el respeto exquisito a las de los demás". "Nada ni nadie puede justificar la muerte de inocentes, como en este caso en que hay una larga lista", ha subrayado.
