Publicado: martes, 16 enero 2018 15:47

ROMA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha lamentado la tendencia social a adormecerse en un "consumismo tranquilizante" que "ciega" frente a la vida y al sufrimiento de los otros, durante la misa en el Parque O'Higgins que marca el segundo día del Papa en Chile. También ha criticado los "espejismos" que prometen la felicidad con un "clic" y llevan a la resignación.

Frente a estas actitudes, ha puesto en valor a los que se comprometen para que "el espíritu de la reconciliación gane espacio" y ha reivindicado que Jesús viene "a extirpar la inmovilidad paralizante del que cree que las cosas no pueden cambiar".

Francisco ha reflexionado en su homilía sobre las bienaventuranzas, de las que ha dicho que "nacen del corazón compasivo de Jesús que se encuentra con el corazón de hombres y mujeres que quieren y anhelan una vida bendecida". En esta línea, ha subrayado que las bienaventuranzas "no nacen de actitudes criticonas ni de la palabrería barata de aquellos que creen saberlo todo, pero no se quieren comprometer con nada ni con nadie, y terminan así bloqueando toda posibilidad de generar procesos de transformación y reconstrucción".

Por ello, ha invitado a las decenas de miles de personas, que desde esta mañana estaban haciendo cola para poder al Pontífice de cerca, a alejarse de los "espejismos" que prometen la felicidad "con un 'clic'" y a dejar atrás la resignación que plantea que se puede "vivir mejor" si se escapa de los problemas.

En el mismo parque de la ciudad de Santiago donde hace 30 años celebró misa San Juan Pablo II, el Pontífice argentino ha exclamado: "Frente a la resignación que como un murmullo grosero socava nuestros lazos vitales y nos divide, Jesús nos dice: bienaventurados los que se comprometen por la reconciliación. Felices aquellos que son capaces de ensuciarse las manos y trabajar para que otros vivan en paz. Felices aquellos que se esfuerzan por no sembrar división".

Francisco también ha dedicado parte de su homilía a las víctimas de los terremotos que han asolado el país a lo largo de los años. Uno de los más trágicos se produjo en la madrugada del 27 de febrero de 2010, con una magnitud de 8,8 grados en la escala de Richter, que dejó más de 500 muertes. Fue el segundo más fuerte en la historia del país.

"¡Cuánto conoce el corazón chileno de reconstrucciones y de volver a empezar; cuánto conocen ustedes de levantarse después de tantos derrumbes! ¡A ese corazón apela Jesús; para ese corazón son las bienaventuranzas!", ha exclamado.

Finalmente, ha invitado a los fieles a ser artífices de paz:"¡Sembrar la paz a golpe de proximidad, de vecindad! A golpe de salir de casa y mirar rostros, de ir al encuentro de aquel que lo está pasando mal, que no ha sido tratado como persona, como un digno hijo de esta tierra. Esta es la única manera que tenemos de tejer un futuro de paz, de volver a hilar una realidad que se puede deshilachar".

El Papa concluirá este martes con su primera visita a una cárcel femenina en la que se encontrará con un grupo de mujeres privadas de libertad y con una reunión con un grupo de obispos, religiosos y religiosas en la Catedral de Santiago.

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