El Papa dice que la corrupción es un síntoma propio de la necedad

Actualizado: martes, 17 octubre 2017 12:09

ROMA, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Papa ha señalado que la corrupción es un síntoma propio de la necedad, al tiempo que ha recordado que Jesús lloró con nostalgia por el pueblo amado que se alejó por necedad, prefiriendo las apariencias, los ídolos o las ideologías.

Durante la misa que cada día celebra en la capilla de la Casa de Santa Marta, Francisco ha insistido en la idea de que la necedad consiste en la incapacidad de escuchar la Palabra de Dios y ha denunciado que conduce a la corrupción.

"Estos tres grupos de necios son corruptos", ha señalado el Papa al hablar de los Gentiles, los doctores de la Ley y los paganos.

Para el pontífice, los primeros son necios porque "se habían dejado engañar por nuevas ideas". Los segundos, se volvían corruptos porque se preocupaban por hacer que "la parte externa de las cosas" apareciera bella, pero no les interesaba lo que había adentro, donde estaba la corrupción. Y por lo tanto, ha señalado el Papa estaban "corruptos por la vanidad, por la apariencia, por la belleza exterior, por la justicia exterior". Los paganos, en cambio, tienen la corrupción de la idolatría. "Se volvieron corruptos porque confundieron la gloria de Dios con los ídolos", ha lamentado.

En este sentido, ha alertado de que hoy en día hay idolatrías, como el consumismo o como buscar "un dios cómodo".

Francisco también ha hecho alusión a aquellos cristianos que se han dejado corromper por las ideologías y que han dejado de ser cristianos para ser "ideólogos del cristianismo".

"Los necios no saben escuchar. Y esta sordera los conduce a esta corrupción. No entra la Palabra de Dios, no hay lugar para el amor y, al final, no hay lugar para la libertad", ha concluido el Papa.

En esta línea, también ha explicado que los necios se vuelven esclavos porque confunden "la verdad de Dios con la mentira". "No son libres, y no escuchar, esta sordera no deja lugar al amor y ni siquiera a la libertad: nos conduce siempre a una esclavitud. ¿Yo escucho la Palabra de Dios? ¿Y la dejo entrar? Esta Palabra, que hemos oído cantando el Aleluya, es la Palabra de Dios viva, es eficaz, discierne los sentimientos y los pensamientos del corazón. Corta, va dentro. ¿Dejo entrar esta Palabra? ¿O a esta Palabra soy sordo? ¿Y la transformo en pertenencia, la transformo en idolatría, hábitos idolátricos, o la transformo en ideología? Y no entra* Ésta es la necedad de los cristianos", ha concluido.

Finalmente, ha concluido que "la necedad de los pastores hace mal al rebaño".

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