El Superior de los Jesuitas: "Una Iglesia que juzga a los demás usurpa el lugar de Dios, único que ve en los corazones"

Papa Franciso y Adolfo Nicolás
EUROPA PRESS
   
Actualizado: viernes, 30 septiembre 2016 16:52

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El actual Superior General de los Jesuitas, el padre Adolfo Nicolás, asegura que una Iglesia juzga a los demás demuestra "poca sabiduría y usurpa el lugar de Dios, único que ve en los corazones".

Así lo ha afirmado en una entrevista concedida a las revistas culturales de los jesuitas en Europa --recogida por Europa Press-- tras presentar su renuncia y antes de la celebración de la Congregación General 36 a partir de la próxima semana, en la que se elegirá a su sucesor.

"Para un religioso es importante sentirse pecador. No somos ni mejores ni peores que otros cristianos, por eso no podemos juzgara los demás. Quizá en el pasado, siempre que nos hemos creído mejores, hemos descubierto pecados ocultos u ocultados, que nos humillaban. Pensamos, con el Papa Francisco, que una Iglesia que juzga a los demás está demostrando poca sabiduría y usurpando el lugar de Dios, único que ve en los corazones", dice en la entrevista.

Preguntado por cuál es su estado de ánimo al llegar al final de su servicio como Superior General, responde: "El de siempre al final de una misión. He dejado de ser útil y, con toda paz, puedo comenzar a pensar qué otra cosa puedo hacer".

El general siente que la vida religiosa tiene un "gran deseo de servir a la Iglesia y de responder generosamente a los nuevos problemas de nuestro tiempo". "Se ha creado también una nueva esperanza en torno al papa Francisco (jesuita), que nos conoce muy bien conoce el lugar que ocupa y la misión que tiene la vida religiosa en la Iglesia", admite.

Preguntado el estado actual de la Compañía de Jesús, opina que los jesuitas tienen sus "defectos", aunque como orden atraviesan "un buen momento apostólico", estando presentes en asuntos importantes como "la pobreza, la exclusión, o una educación de calidad para todos".

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BUSCAR LENGUAJES NUEVOS

El General de los jesuitas apunta que en la Iglesia es necesario "un lenguaje nuevo que use la sabiduría de los sabios, o la sabiduría del pueblo, para hablar una lengua que el mundo sea capaz de entender", en especial en una "una Europa que ha perdido la fe".

El padre Nicolás señala que es necesario que la Iglesia acuda a las fronteras del mundo (no entendidas como un concepto físico), a donde deben ser enviadas "personas capaces de hablar con sabiduría, capaces de hacerse escuchar", teniendo siempre claro que hay "mucho de bueno en las demás personas y en otras religiones".

"Ésta es la razón por la que hacen falta personas de fe muy profunda, bien enraizada y cultivada, para ir a las fronteras", explica.

EDUCAR HACIA LA BELLEZA, EL BIEN Y LA COMPASIÓN

El Superior General indica que la misión de los jesuitas en los colegios y universidades es ofrecer una "educación cristiana, porque estamos convencidos de que Cristo presenta unos horizontes que van más allá de los limitados intereses de la economía o de la producción; que Cristo ofrece una visión de la humanidad más plena, que lleva a la persona más allá de sí misma por medio de la dedicación a los demás".

"Sería una tragedia si nuestras instituciones educativas se limitasen a insistir en la racionalidad y en la autocomprensión del ser humano, en este mundo nuestro secular y materialista", agrega. Así, señala que quieren formar "un nuevo tipo de humanidad" sensible hacia la "belleza, la bondad, el sufrimiento de los demás y la compasión".

Además, indica que "la mentalidad estrictamente económica y materialista impide alcanzar dimensiones más profundas de la realidad".

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"ERA IMPOSIBLE PENSAR EN UN JESUITA PAPA"

Preguntado por la elección del jesuita Jorge Bergoglio como Papa, el Superior General señala: "Para los jesuitas era un imposible pensar que uno de los nuestros fuese elegido Papa: doscientos años tras la supresión y veinticinco después de una intervención papal en el gobierno de la Compañía".

Aunque admite que este momento de elección de un nuevo superior general de la Compañía bajo un Papa jesuita "adquiere un significado especial", y espera que el Papa se dirija a la Congregación y "le presente sus sentimientos y sus preocupaciones".

El padre Adolfo Nicolás indica que del Papa le impresiona especialmente el modo de celebrar la Eucaristía: "con calma, con dignidad, con un ritmo que invita a la meditación y a la interiorización. Es así como celebra un jesuita".

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EL JESUITA DEBE OLER A 3 COSAS

Sobre las palabras del Papa en las que indica que el "el jesuita debe ser una persona de pensamiento incompleto, de pensamiento abierto", el General señala que esas palabras tienen un significado "profundo" pues suponen estar "abierto a nuevos datos, a nuevas formas de entender, a nuevos juicios sobre la verdad". "Tenemos mucho que aprender del silencio de la humildad, de la sencilla discreción".

"El jesuita debe oler a tres cosas: a oveja, a lo que vive su gente, su comunidad; a biblioteca, es decir, a reflexión en profundidad; y a futuro, es decir, a una apertura radical a la sorpresa de Dios. Creo que estas cosas pueden hacer del jesuita un hombre de pensamiento abierto", apunta.

Preguntado qué espera de la Congregación General, dice "que se elija un buen Superior General, algo no demasiado difícil dado que la Compañía ha sobrevivido a mi generalato", responde con humor.

Más en serio espera "que la Congregación discierna cómo mejorar nuestro servicio a la Iglesia y al Evangelio 'al servicio de las ánimas', como querría San Ignacio". "Por eso mi deseo es que el fruto de la Congregación sea una mejor vida religiosa en el espíritu del Evangelio y una renovada capacidad de imaginación".

"Los tiempos han cambiado desde la anterior Congregación. Necesitamos audacia, fantasía y valentía para afrontar nuestra misión como parte de las más amplia misión de Dios en nuestro mundo", concluye.