Actualizado: lunes, 4 marzo 2013 13:27

VALLADOLID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo ha ratificado el auto de la Audiencia de Valladolid que resolvió aplicar la doctrina Parot al asesino de Olga Sangrador, el recluso Valentín Tejero, condenado en 1993 por la muerte de la niña de 9 años, con el fin de que el reo, tras cumplir una pena de veinte años, no recupere su libertad hasta julio de 2025, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El auto de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia vallisoletana, de fecha 24 de febrero de 2012, ahora confirmado por el Alto Tribunal, desestimando así el recurso de casación interpuesto por el reo, fijaba el licenciamiento definitivo de Valentín Tejero en julio de 2015 respecto de los cinco procedimientos que pesan sobre él, sin perjuicio de posibles cambios de circunstancias que se pudiesen producir y que, en su caso, motivaran la modificación de fechas.

La resolución de la Audiencia vallisoletana, que preside Feliciano Trebolle, era plenamente coincidente con la postura del Ministerio Fiscal y del abogado de los padres de la víctima, que se habían mostrado en contra de la posibilidad de que Valentín Tejero saliera del penal castellanomanchego de Herrera de la Mancha el día 15 de marzo de 2012 y pedían que se prorrogase como mínimo en otros trece años su salida, hasta 2025, con la posibilidad de ampliar su estancia entre rejas más allá de esa fecha si para entonces no hubiera obtenido el máximo de beneficios penitenciarios posible.

La decisión de la Sala, por contra, contrastó con la petición del defensor del reo, partidario de su liberación en marzo del pasado año, y con la pretensión de sus primeras víctimas de abusos sexuales, que reclamaban mantener preso a Tejero hasta abril de 2031.

Con la doctrina Parot elegida por el tribunal vallisoletano se aplican al asesino de la pequeña Olga beneficios respecto del total de los 63 años y cuatro meses de cárcel en distintas condenas que tiene en su haber, 50 de ellos por el rapto, violación y asesinato de la niña y otros 13 años y cuatro meses más por diferentes violaciones cometidas antes del crimen, con lo que permanecerá entre rejas hasta 2025 y no recuperará su libertad hasta contar con 60 años.

La Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia de Valladolid fue la misma que el año 2005 denegó a Valentín Tejero la progresión del primer al segundo grado penitenciario, que hubiera abierto al preso la posibilidad de disfrutar de 36 días de permisos ordinarios al año aunque no de forma automática, ya que para ello tenía que cumplir unos requisitos que pusieran de relieve que su salida no implicaba un riesgo para la sociedad.

En su auto de entonces rechazó que Tejero gozara de los beneficios del segundo grado y, por ello, le mantuvo en la calificación de primer grado.

Olga Sangrador desapareció un 25 de junio de 1992 en la localidad vallisoletana de Villalón de Campos. La policía dirigió sus pesquisas hacia Juan Manuel Valentín Tejero, un delincuente que en ese momento disfrutaba de un permiso penitenciario otorgado por el entonces juez de Vigilancia Penitenciaria, Ignacio Sánchez Yllera, pese a que cumplía condena por tres delitos de abusos deshonestos.

Dos días después, Valentín Tejero confesó la autoría del rapto, violación y asesinato de Olga, de 9 años y cuyo cadáver, enterrado, fue localizado en un pinar de Tudela de Duero.