Amor y lujo en el océano

Por Elena González

¿Te imaginas tener un mayordomo las 24 horas del día? ¿Y una noche bajo las estrellas en una cama en la cubierta de un barco? Éstas son sólo algunas de las experiencias que viven los clientes de los denominados cruceros de lujo.

Según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros en España, CLIA, los cruceros exclusivos, con menos capacidad y recorridos únicos han aumentado en los últimos años, incluso durante la época de crisis, siendo uno de los segmentos menos afectados.

El lujo toma forma en estas moles de acero y cristal con 345 metros de eslora y auténticos espacios más propios de un palacio o sala de eventos del mas alto standing en su interior, creados especialmente para el disfrute del pasajero en todo momento.

Es el caso de la compañía Cunard, grupo crucerístico especializado en el segmento del lujo, donde la sofisticación en el servicio y el cuidado de cada detalle responden a su filosofía, en la que prevalece la experiencia del pasajero durante su viaje a bordo por encima del destino visitado en sí.

En consonancia, cada miembro de la tripulación de Cunard recibe una rigurosa formación, puesto que la excelencia del servicio, a través del 'White Star Service', constituye para la naviera la piedra angular de los viajes.

En estos espacios, la única preocupación de los pasajeros será relajarse ya que la tripulación, camarero y demás asistentes atenderán cualquier necesidad o petición del cliente.

LA REALEZA DE LAS NAVIERAS.

Considerado uno de los más famosos buques de la historia, el 'Queen Mary '2, con 17 cubiertas, no deja indiferente a ninguno de los pasajeros que han viajado a bordo de esta nave construida a principios de este siglo, agraciada con una herencia de prestigio por parte de su antecesor, el 'Queen Mary' originario, que fue barco insignia de Cunard desde 1936 hasta 1945 cuando fue sustituido por el 'Queen Elizabeth'.

Legendario, selecto y grandioso son algunos de los calificativos que se utilizan para definir este buque único a la par que elegante. No en vano, ha sido objeto de numerosos galardones seleccionado como el mejor barco de cruceros de lujo desde 2004 por los lectores de Travel Weekly "Best Luxury Cruise Ship".

No menos lujoso es su hermano, 'Queen Victoria', que refleja la elegancia en cada uno de los elementos que lo componen. Este transatlántico combina lo mejor del esplendoroso legado de Cunard con todo lo que un moderno buque puede ofrecer. La naviera combina con maestría decoración y espacios que recuerdan a épocas pasadas con objetos y ornamentación modernista, en forma de todo tipo de comodidades ofrecidas a los pasajeros.

Otra de las joyas de la corona de Cunard es el 'Queen Elizabeth', la más reciente incorporación a la flota. La Reina de Inglaterra fue la encargada de inaugurar en otoño de 2010, el nuevo transatlántico cuyo diseño se basa su predecesor, el 'Queen Elizabeth' original, botado en 1930.

¡SIN PREOCUPACIONES!

Dentro de toda la ostentosidad que rodea cada rincón de estas naves del lujo existe como en todos los productos de este tipo un nivel superior para aquellos que buscan la exclusividad y la distinción. El mimo, la opulencia y la atención representan la piedra angular de los servicios 'Princess Grill' y 'Queen Grill', programas exclusivos para los pasajeros VIP.

Estos programas incluyen alojamientos como 'suites' y 'penthouse' a bordo como si de un auténtico hotel se tratara, suntuosamente decoradas y equipadas poniendo especial cuidado en los detalles.

Aquellos que puedan permitirse dormir en estas habitaciones, teniendo en cuenta su precio, podrán disfrutar de camas en las que levantarse se convierte en tarea casi imposible y servicios excusivos como champagne, la bebida lujosa por excelencia, asistencia personal y hasta un mayordomo propio.

Además, el barco reserva una serie de salones, un restaurante y un solarium privado para estos huéspedes, que pueden gozar de mayor intimidad dentro de la gran comunidad de personas que convive a bordo.

LOVE IS IN THE CRUISE

¡Oh el amor! Aunque ya han pasado varios meses desde que miles de enamorados celebraran San Valentín, las parejas nunca descansan en su búsqueda de un plan romántico.

Ya sean aquellas parejas que acaban de iniciar una relación, recién casados, matrimonios con miles de experiencias a sus espaldas e incluso los que confían en que una escapada les ayude a revivir la chispa del amor y unirse de nuevo, un crucero , en un lugar tan relajante, cómodo y diferente como el interior de un barco, resulta una opción verdaderamente atractiva.

En este caso, la naviera Ruby es el barco de los enamorados por excelencia. Desde su inauguración en 2008, esta nave ha convertido cada rincón en un lugar especialmente pensado para disfrutar de la compañía de la pareja sin que importe el resto de mundo.

Desde masajes relajantes en la cabaña del santuario a un cine al aire libre, donde poder acurrucarse bajo una manta y ver una comedia romántica arropados por un manto de estrellas en el cielo nocturno y el sonido de las olas como sonido de fondo ¿Se te ocurre un plan más romántico?

DE ETIQUETA.

En consonancia con la tipología del viaje, no podía faltar un evento tan exclusivo y glamouroso como las noches de etiqueta a bordo, donde los pasajeros tienen la oportunidad de exhibir sus mejores galas y entablar relaciones con el resto de selectos viajeros. Música, champán y las creaciones de renombrados diseñadores se dan cita en las 'Royal Nights'.

En este tipo de eventos, las navieras exigen un código de vestimenta muy estricto, que incluye corbata oscura y traje de etiqueta para los caballeros, vestido de noche u otro vestuario elegante para las damas y condecoraciones y medallas para aquellos que ostenten algún rango militar.

No obstante, el barco ofrece trajes especialmente diseñados para la ocasión para aquellos que olviden meter en su maleta una prenda de este tipo.

Además de estos eventos, el barco prohíbe vestir pantalones vaqueros en otro tipo de actos en los que se exige un atuendo de semi-etiqueta o informal elegante.