Condenan a dos años de cárcel al apoderado de una empresa turística en Huelva por quedarse con 300.000 euros

Publicado: martes, 26 diciembre 2017 19:18

HUELVA, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a dos años de prisión al apoderado de una empresa turística por apropiarse de 300.000 euros que deberían de haber sido destinados al dueño de unas fincas, ubicadas en la localidad de Puebla de Guzmán (Huelva), que la citada empresa adquirió para abrir un establecimiento hotelero.

Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el juez considera a este hombre responsable de un delito de apropiación indebida y le impone además el pago de una multan de 1.456 euros, a razón de seis meses con cuota diaria de ocho euros.

Por otro lado, lo absuelve de los delitos de estafa y de falsedad documental, delitos por los que la acusación particular le pedía siete años y medio de cárcel.

El juez considera probado que el condenado fue nombrado apoderado de una entidad mercantil con sede social en Benidorm (Alicante) el 1 de enero de 2006, cuando adquirió cuatro fincas en Puebla de Guzmán y una quinta, un año y medio después, que conformaban todas las tierras la finca llamada 'El Gitano' por un importe total de 840.000 euros. De los mismos 300.000 euros se pagaron en el acto y el resto quedaron aplazados.

Para realizar todas las gestiones, el condenado firmó con el propietario de las fincas la constitución de una sociedad a razón de un 95 por ciento para él y un cinco por ciento para el segundo con el fin de poder realizar las tareas de compra y alquiler de maquinaria y materiales necesarios para llevar a cabo la obra.

Así, de conformidad con lo pactado con el vendedor de la finca, la empresa abonó las cantidades aplazadas mediante tres transferencias bancarias de 300.000, 120.000 y 100.000 euros, cada una, pero el propiertario solo recibió 240.000 euros.

El condenado, al tener los poderes, abrió una cuenta bancaria a nombre de la misma y emitió un pagaré por 300.000 euros a sabiendas de que no había fondos, ante las continuas reclamaciones del dueño de las fincas, un dinero que nunca cobró, motivo por el que ha sido condenado.

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