El Ayuntamiento de Barcelona achaca la reducción del turismo a la intervención policial del 1-O

Turistas en la plaza Sant Jaume de Barcelona
EUROPA PRESS - Archivo

Miembros del sector turístico piden cambios en la gestión y potenciar la promoción de Barcelona

BARCELONA, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -

El concejal de Turismo de Barcelona, Agustí Colom, ha dicho este jueves que el descenso del turismo en ciudad no se debió al atentado del 17 de agosto, porque los datos demuestran que la ciudad se recuperó, sino que la bajada "viene de un fatídico 1 de octubre que pusieron en todas las portadas de todos los diarios del mundo que aquí parecía que había una guerra civil".

"Si no hubiésemos tenido ese 1-O, el nivel del turismo sería otro", ha aseverado Colom en la comisión de estudio de la situación económica de la ciudad, centrada en esta sesión en el turismo --que en enero y febrero ha superado ligeramente las cifras de los mismos meses del año anterior--, en la que representantes del sector han pedido cambios en la gestión.

Colom ha replicado a las críticas que los tres años del mandato de Colau han registrado récords, ha acusado al Gobierno central de mentir con los datos tras el referéndum, y ha pedido a todos los que critican las condiciones de Las Kellys promover un cambio normativo para eliminar la reforma laboral.

CRECER O DECRECER

El representante de la Assemblea de Barris per un Turisme Sostenible (ABTS) Daniel Pardo ha asegurado que el modelo se está cargando los barrios de Barcelona, y ha lamentado que los grupos municipales sigan en una lógica de crecimiento imparable, mientras que el miembro de la Associació Acaba Neal Shanahan ha destacado que la vivienda compartida no son pisos turísticos, y ha criticado la política de multas del consistorio.

Desde la Associació Catalana d'Albergs Turístics (Acatur) Marta Rovira ha pedido la flexibilización del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat), y la miembro de la Associació de Guies Turístics de Catalunya (Aguicat) Begoña Blanco ha pedido primar la gestión del turismo por encima de la promoción, y Enrique Alcántara (Apartur) ha criticado que se impute la subida de los precios del alquiler al incremento de los pisos turísticos.

Elena Aguarta, de la Asociación de Empresarios de Transporte Discrecional de Catalunya (Audica), ha defendido que el transporte público es prioritario y que los autocares forman parte de esta categoría, pero que el Gobierno municipal los trata "a menudo como un coche gigante", tras lo que Pau Guardans (Barcelona Global) ha dicho que la marca Barcelona ha sufrido un golpe duro que requiere impulsar la promoción de la ciudad.

El director general del Gremi d'Hotels de Barcelona, Manel Casals, ha avisado de que no se atraerá el turismo de calidad sin la promoción oportuna y ha pedido al menos duplicar los esfuerzos para relanzar la marca Barcelona, y el presidente del Turisme de Barcelona, Joan Gaspart, ha dicho que los problemas de convivencia vienen de las prácticas ilegales y que Barcelona tiene un problema de imagen, también su Rambla, que le pareció un bazar que "daba pena" cuando paseó por ella la noche del jueves.

Desde las Kellys, Luz Amparo ha criticado las condiciones laborales de las camareras de piso y una situación en la que ve una "esclavitud en pleno siglo XXI de blancos" y ha exigido derogar la reforma laboral, tras lo que la presidenta de Veïns i Amfitrions de Barcelona, Dámaris Rojas, ha pedido que se regulen los hogares compartidos con visitantes, que considera que son un modelo positivo para la ciudad, porque descentraliza el turismo.

ACUSACIONES DE LA OPOSICIÓN

La concejal del grupo Demòcrata Sònia Recasens --que también presidenta de la comisión-- ha pedido trabajar en un salario mínimo de la ciudad, y ha acusado al Gobierno de Ada Colau de criminalizar el sector con discursos turismofóbicos, en la misma línea de Koldo Blanco (Cs), que ha dicho que el ejecutivo municipal "se ha plegado a los que defienden un decrecimiento turístico".

También considera que el equipo de Colau ha criminalizado el turismo la republicana Trini Capdevila, que ha pedido un turismo de calidad y repartir la riqueza que genera, algo que comparte la socialista Montserrat Ballarín, que ha solicitado que la ciudad gestione el 100% de la tasa turística "para lograr que lleguen los beneficios a todos los barrios".

Javier Mulleras (PP) también defiende que Colau ha criminalizado el sector y ha convertido lo que debe ser una oportunidad en un problema, y el concejal no adscrito, Gerard Ardanuy (Demòcrates) ha pedido redistribuir los beneficios de forma efectiva, mientras que Eulàlia Reguant (CUP) ha abogado por un "decrecimiento turístico que ponga la ciudad al servicio de los vecinos".

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