ZAMORA, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El Parador de Turismo de Zamora celebra este curso 2018 su cincuenta aniversario, una cita que la consejera delegada de Paradores, Ángeles Alarcó, ha querido ensalzar con una reunión con la plantilla celebrada en la noche de este jueves en el palacio de los Condes de Alba y Aliste, lugar que ocupa a día de hoy el establecimiento hostelero.
Alarcó ha agradecido "a todos los empleados su trabajo y dedicación durante estos años para convertir a este parador en un dinamizador turístico de esta ciudad castellana desde su apertura en el año 1968, porque el éxito del Parador de Zamora se debe a las personas que han trabajado y trabajan en él", a lo que ha añadido que "se trata de una efeméride muy especial porque coincide con la celebración del 90 aniversario de la compañía".
El emplazamiento del Parador, en plena Vía de la Plata, ha hecho del establecimiento zamorano un lugar de encuentro gastronómico. La ternera de Aliste o los famosos quesos zamoranos son los productos estrella, sin olvidar su postre más conocido: las cañas zamoranas.
Zamora ofrece un rico patrimonio, desde la imponente catedral al Convento de las Dueñas, pasando por su monumental castillo o el museo Baltasar Lobo. Un paseo por una ciudad que, mezcla a la perfección, un toque modernista con un románico urbano en muchas de sus edificaciones.
UN PALACIO RENACENTISTA
El Parador de Zamora se encuentra ubicado en el palacio renacentista de los Condes de Alba y Aliste, del siglo XVII, declarado Bien de Interés Cultural en 1993. Esta joya arquitectónica de Zamora es prácticamente el único ejemplo de palacio renacentista de una ciudad donde abunda el románico y que posee uno de los patios humanistas más bellos del renacimiento castellano.
El 29 de junio de 1968 el Ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, inauguró el Parador de los Condes de Alba de Liste. Años atrás la Diputación de Zamora cedía al Estado el inmueble del antiguo hospicio provincial, trasladado a otro edificio de la ciudad, para convertirlo en parador de turismo.
El arquitecto del Ministerio encargado del proyecto fue Jesús Valverde Viñas y la inversión en el nuevo parador ascendió a 31 millones de pesetas. En 1998 fue ampliado y reformado para adoptar su configuración actual, con 52 habitaciones disponibles. El arquitecto Carlos Fernández Cuenca fue el autor del proyecto.
