La caza furtiva podría acabar con el turismo en África

Safari en Sudáfrica
CEDIDA
Actualizado: miércoles, 4 marzo 2015 11:22

MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

El turismo de observación de la fauna y la flora es uno de los segmentos turísticos más importantes de África, según un nuevo estudio de la Organización Mundial de Turismo (OMT) difundido con ocasión del Día Mundial de la Vida Silvestre, que se celebró el 3 de marzo, que alerta de que los delitos contra la vida silvestre pueden acabar con él.

La caza furtiva y el comercio ilícito de especies silvestres están planteando una seria amenaza para el futuro desarrollo socioeconómico de África, según la OMT, que asegura que el turismo sería un gran potencial para impulsar el crecimiento del continente.

En apoyo de los esfuerzos internacionales por abordar el problema de la caza furtiva, que ha alcanzado dimensiones sin precedentes, y reforzar el papel del turismo frente a los delitos contra la vida silvestre, la OMT está encabezando la tarea de profundizar en el conocimiento del valor económico de la observación de la vida silvestre en África.

El estudio 'Towards Measuring the Economic Value of Wildlife Watching Tourism in Africa' (Hacia la medición del valor económico del turismo de observación de la vida silvestre en África) ofrece una primera panorámica de este segmento, su impacto económico y la participación actual del turismo en la lucha contra la caza furtiva.

"La caza furtiva no solo está destruyendo ecosistemas de gran valor, sino que plantea también una seria amenaza para el desarrollo socioeconómico. La pérdida de biodiversidad está directamente vinculada con la pérdida de oportunidades de desarrollo en el sector turístico africano, que proporciona un medio de subsistencia a millones de personas", afirmó el secretario general de la OMT, Taleb Rifai.

EL SAFARI Y LA CAZA FURTIVA.

Según se ha constatado, la observación de especies silvestres representa el 80% del total de las ventas anuales de viajes a África, siendo el safari el producto más popular. Los animales más amenazados por la caza furtiva, como los elefantes y los rinocerontes, son algunos de los más apreciados en los circuitos de observación de la fauna y la flora.

El estudio ofrece, por otra parte, nuevas constataciones sobre la significación económica de este tipo de turismo. Además de generar unos ingresos cruciales para las áreas protegidas, a través del pago de entradas, los circuitos a menudo incluyen servicios que se contratan a escala local, como el alojamiento, el transporte, los guías y los espectáculos culturales, todo lo cual crea importantes oportunidades de empleo para la población.

Las autoridades turísticas participan en escasa medida en los esfuerzos contra la caza furtiva y su intervención podría mejorar, según indica el documento.

En torno al 50% de los operadores turísticos involucrados están financiando iniciativas contra la caza furtiva o participando en proyectos de conservación de la naturaleza, pero solo unos pocos hasta la fecha informan de manera proactiva e implican a sus clientes en el tema.

"Dada su importancia económica, el sector turístico puede y debe desempeñar un papel clave en la sensibilización entre los responsables públicos y los turistas de los efectos devastadores de los delitos contra la vida silvestre, y ayudar a financiar iniciativas para combatirlos", añadió Rifai.

MAYOR APOYO DE LOS GOBIERNOS.

Para impulsar el conocimiento de la importancia económica de la observación de la vida silvestre y su potencial de contribuir de manera directa a los esfuerzos de conservación, el documento recomienda a las autoridades nacionales responsables del turismo una serie de medidas.

Entre ellas una mayor intervención en iniciativas contra la caza furtiva, la integración y la evaluación sistemáticas de los datos disponibles, y la capacitación institucional para poder efectuar un seguimiento más coherente de los visitantes de las áreas protegidas y de los ingresos que generan.

'Towards Measuring the Economic Value of Wildlife Watching Tourism in Africa' parte de una encuesta realizada entre 48 autoridades africanas de turismo y conservación de 31 países, así como de 145 operadores turísticos internacionales y radicados en África.

La encuesta se ha completado con estadísticas disponibles, el estudio de casos reales y entrevistas en profundidad a representantes de gobiernos y de organizaciones internacionales.

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