Más de 15 millones de españoles han visitado alguna vez una bodega

Imagen De Una Bodega
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 7 marzo 2013 12:45

El enoturismo podría generar unos 50.000 puestos de trabajo directos a medio plazo


MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

Más de 15 millones de españoles han visitado alguna vez una bodega, según un análisis del portal especializado 'www.turismodevino.com' que asegura que el Marco de Jerez, Cataluña y La Rioja siguen siendo las regiones preferidas por los turistas.

Este dato confirma que las bodegas son una parte sustancial de la cultura de España, primer país del mundo en extensión de viñedo y el tercer país productor del mundo tras Francia e Italia (la menor producción se explica por un menor rendimiento de la producción en España).

"La cifra es alta pero no nos ha sorprendido" asegura el responsable de la página, Luis Lechuga, que asegura que a ello contribuye el haber bodegas en casi todas las partes de España, especialmente en lugares eminentemente vacacionales como la costa catalana o el sur gaditano.

SE BUSCA LA REPETICIÓN.

Para el portal, el desafío del sector bodeguero frente al enoturismo no está tanto en aumentar el número de personas que alguna vez han visitado una bodega, sino en asegurar visitantes asiduos a las mismas, pues si son 15 millones las personas que han visitado una bodega en algún momento de sus vidas, la cifra anual de visitantes se sitúa en torno al millón y medio según cifras de Acevin.

A este desafío se añade la gran oportunidad de abrir la oferta de enoturismo al público extranjero lo que no sólo aseguraría una mayor internacionalización de este tipo de turismo en nuestro país, sino que estiman que podría generar unos 50.000 puestos de trabajo directos en España en el medio plazo.

El problema es que en muchas ocasiones el público que ha visitado una bodega considera que todas son iguales. "Pero el paisaje del viñedo en España es tremendamente variado; nada tiene que ver un viñedo en vaso en La Mancha con las Terrazas del Priorat, o con las viñas en tierra volcánica de Lanzarote", explicó Lechuga.

"Cada bodega tiene sus historias y son realmente fascinantes y diferentes. Hay mucho que contar y mucho con lo que divertir a la gente que busca una actividad de ocio en torno al vino y sus procesos, además de las historias específicas de cada tradición vitivinícola" puntualizó.

Un incremento en la repetición de las visitas ayudaría sin duda a aumentar la venta directa, elemento altamente deseado por el sector bodeguero.

ACERCAR EL VINO A LOS JÓVENES.

Otra de las recomendaciones del portal es focalizar los esfuerzos en llevar la cultura del vino a los jóvenes. Éstos se alejan del consumo del vino frente a bebidas de mayor graduación, "lo que es preocupante tanto por motivos de salud, como por cuestiones económicas al ser las empresas de espirituosos en su mayor parte extranjeras (frente al caso del vino, con empresas mayoritariamente nacionales)".

Así, la clave estaría en acercar la cultura del vino y abrir la curiosidad por la elaboración, los paisajes y las catas convirtiendo la actual crisis en una muy buena oportunidad para las bodegas y el enoturismo, ya que, visitar una bodega no sólo es más barato que tomarse una copa, sino que nos da la opción de practicar enoturismo.

Para finalizar Lechuga Núñez considera que sería necesario desmitificar el vino y no tratarlo como algo serio, sino como algo "divertido y ameno". "Las visitas deben ser también oportunidades para que la gente compre vino: a nadie le gusta hacerse 200 kilómetros para encontrar que el vino en la bodega es más caro que en una tienda" concluyó.