Las aerolíneas recortan sus vuelos en Filipinas por el cierre de Boracay

Isla de Boracay, en Filipinas
REUTERS / DARREN WHITESIDE
Actualizado: jueves, 5 abril 2018 13:24


Las hoteleras estiman pérdidas durante los próximos meses por la falta de turistas

MANILA, 5 Abr. (Reuters/EP) -

La decisión de cerrar la isla de Boracay a los turistas por parte del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha provocado que las aerolíneas locales recorten sus vuelos hacia y desde los dos aeropuertos que tiene la isla, según informa 'Reuters'.

Durante el cierre, que durará desde el 26 de abril hasta el 25 de octubre, las tres principales aerolíneas que operan en Filipinas (Cebu Pacific, Philippine Airlines y AirAsia Philippines) moverán gran parte de sus frecuencias a otros destinos dentro del país como Cebú, Palawan o Bohol.

Las aerolíneas le devolverán el dinero a sus clientes o les ofrecerán nuevos vuelos a otros destinos. Los aeropuertos de Boracay, Caticlan y Kalibo, solo operaran un número muy limitado de vuelos para dar cobertura a los 50.000 residentes filipinos que tiene la isla.

Cebu Pacific ha sido la única que ha ofrecido datos absolutos. Ha anunciado que ha cancelado 14 vuelos diarios y ha estimado unas pérdidas de entre tres y cinco millones de dólares (entre 2,4 y 4 millones de euros) durante los próximos seis meses.

Los hoteleras también estiman pérdidas para los próximos meses por el cierre de la isla. Discovery World, una cadena hotelera local, ha señalado que el 'resort' que tienen en Boracay representa una parte importante de sus ingresos anuales. Al igual que las compañías aéreas, ha ofrecido devoluciones de dinero o plazas en otros hoteles dentro de Filipinas.

MÁS DE 30 MILLONES DE AYUDA.

Aunque solo haya 50.000 habitantes en la isla, hay cerca de 1.800 empresas en ella, muchas dedicadas al turismo. Por este motivo, el Gobierno de Duterte anunció un fondo de ayuda de 2.000 millones de pesos filipinos (31,2 millones de euros) para los residentes.

Aunque el secretario asistente de Turismo de Filipinas, Frederick Alegre, ha defendido la medida para "proteger la isla", entre los empresarios hay malestar.

El presidente del Congreso de Turismo de Filipinas, José Clemente, ha subrayado que las empresas necesitaban más tiempo para prepararse. "Estamos un poco deprimidos ahora. La gente va a tener que buscarse la vida para tener trabajo o, al menos, sobrevivir como puedan los próximos seis meses", ha dicho Clemente.

Cuando se anunció el cierre de la isla, Duterte la calificó de "cloaca", debido a la masificación turística que sufría. Durante los meses que dure el cierre, su Gobierno tiene previsto demoler gran parte de los edificios que se han construido sin licencia.

Asimismo, entre las prioridades está reparar y mejorar las plantas de tratamiento de aguas residuales y de reciclaje, ya que tienen que hacerse cargo de entre 90 y 115 millones de toneladas de basura cada día, según ha especificado el Gobierno filipino.

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