MADRID, 29 Sep. (CHANCE) - Miguel Boyer, sufría una hemorragia cerebral el pasado 28 de febrero de 2012. El padre de Ana Boyer, era ingresado en el hospital Ruber de la calle Juan Bravo, donde pasó dos meses. Tanto su mujer Isabel, como su hija Ana, y la hermana de esta, Tamara Falcó no se separaron ni un momento de su lado. Meses después, el ministro de la época de Felipe González, regresaba a su domicilio de Puerta de Hierro. Miguel Boyer, ha sido todo un ejemplo de entereza y fuerza de voluntad a lo largo de su recuperación. Desde entonces, cada día, iba a una clínica de rehabilitación en la calle Fuente la Reina, de lunes a sábado y por la tarde seguía en casa donde como él comentaba a ¡Hola!: "Además nado en la piscina". Gran parte de su recuperación, se la debía a su mujer Isabel Preysler: "Estoy contento, muy contento. Gracias a mi mujer me he salvado". Unas declaraciones que sorprendían, no por el amor que tuviera a su mujer, si no por venir de él, un hombre de los más serios y fríos de su época de ministro.