Centro de diálisis en un hospital de Hodeida
REUTERS / ABDULJABBAR ZEYAD
Actualizado: viernes, 7 diciembre 2018 17:09

MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

Unos 16.000 civiles han perdido la vida en Yemen desde que estalló la guerra en marzo de 2015, según un nuevo balance de Naciones Unidas que pone el foco en la necesidad de proteger a los más vulnerables en la que ya es "la mayor crisis humanitaria del mundo".

En concreto, más de 65.000 personas han muerto y resultado heridas en el marco del conflicto y la cifra sigue subiendo. Entre agosto y octubre, se registraron casi 1.500 víctimas civiles, lo que representa más de un centenar de muertos y heridos a la semana de media.

"Cada nuevo día de conflicto provoca más sufrimiento a una población civil maltratada y agotada", ha lamentado este viernes una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Shabia Mantoo, que ha instado a las partes beligerantes a priorizar la protección de la ciudadanía por encima de cualquier interés político o militar y a trabajar en aras de una "resolución pacífica".

En este sentido, ha recordado que el 23 por ciento de los muertos y heridos (336) durante los últimos tres meses se produjeron en viviendas, mientras que otras 154 víctimas corresponden a ataques contra infraestructura médica y personal de emergencia. Las acciones contra autobuses y vehículos se saldaron, además, con 316 víctimas.

CRISIS HUMANITARIA

La "mayor crisis humanitaria del mundo" ha provocado que el 75 por ciento de la población yemení, 22 millones de personas, necesiten ayuda humanitaria. También ha obligado a 2,3 millones de ciudadanos a abandonar sus hogares, según los datos de la ONU, que precisamente ha vuelto a reunir a Gobierno y rebeldes en Suecia para tratar de relanzar el diálogo.

Save the Children ha puesto el foco en los 12.000 niños que viven en una "situación de catástrofe", sin posibilidad de satisfacer sus necesidades alimentarias y "con evidencia de inanición, muerte e indigencia". "Millones de niños más podrían caer en esta misma situación a menos que reciban ayuda urgente", ha reclamado el director de la ONG en Yemen, Tamer Kirolos.

A su juicio, "llamar o no hambruna a lo que se está sucediendo en Yemen es irrelevante para los millones de niños que pasan hambre cada día y cuyos padres luchan por salvar sus vidas tratando de poner comida en la mesa". Save the Children estima que 85.000 niños ya han muerto de hambre y enfermedades extremas desde que la guerra se intensificó en 2015.

"No hay nada peor que ver a un niño morir de hambre, mientras se impide que los alimentos entren al país y la violencia dificulte su distribución", ha lamentado Kirolos.

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