MÁLAGA 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un taller organizado por Espacio Caser de Málaga ha enseñado los diferentes tipos de azúcar que existen, sus efectos buenos y malos en la salud, cómo elegir un buen producto en función de la clase y la cantidad; así como a saber interpretar los etiquetados con el fin de conseguir reducirlo en la dieta diaria para que sea lo más equilibrada y saludable posible.
La nutricionista Mónica Pernas, encargada de dirigir este encuentro didáctico, ha señalado que actualmente sí existe una 'Guerra al azúcar', título del taller, y ha asegurado que su uso es un tema "controvertido incluso entre los compañeros de profesión, ya que hay quien está a favor, quien está en contra, y yo que estoy un poco en medio".
Así, ha indicado que hay una recomendación a nivel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) "de limitar el consumo por debajo de una cierta cantidad diaria, pero tampoco creo que haya que vivir sin azúcar, aunque realmente no sea necesaria". "Dentro del contexto de una alimentación saludable hay cabida para todo tipo de alimentos", ha asegurado.
En el taller, orientado a desmitificar el azúcar y explorar su impacto en la salud, la experta comenzó explicando que todos los alimentos de origen vegetal tienen el denominado azúcar intrínseco, como las frutas y verduras, que "producen beneficios a la salud"; pero también existen los azúcares libres, que son los liberados de los alimentos, o los añadidos a los productos; y en estos casos, la cosa cambia.
En este sentido, ha indicado que "no es igual cómo el cuerpo metaboliza" el azúcar intrínseco o los denominados ocultos --los libres y los añadidos a los productos--, que producen picos de glucosa "más altos" y sí pueden producir efectos negativos para la salud.
No obstante, ha apuntado que "tampoco hay que demonizar" estos tipos de azúcares, porque hay que ponerlos en relación con la cantidad y la frecuencia de consumo, ha dicho, señalando que el azúcar libre y el añadido se consumen en grandes cantidades y en una frecuencia alta sí tiene efectos negativos para la salud.
"La gente piensa que el azúcar es malo porque engorda, pero esto no es así", ha apuntado Pernas, quien ha advertido de que entre esos efectos por el alto consumo o frecuencia está el aumento de la grasa visceral y, por tanto, del peso; pero también los trastornos gastrointestinales, deterioro cognitivo, envejecimiento prematuro o enfermedades metabólicas y otras enfermedades.
Por contra, ha asegurado que si se baja el consumo de azúcar se reduce la ansiedad, la grasa corporal y las infecciones urinarias; se regula el apetito; mejora la piel, la microbiota y la salud digestiva; los pico de glucosa son menores, "además de que tenemos menos fatiga y más energía y mejora la salud cardiovascular", ha expresado la experta.
Este taller ha enseñado que una pizza, una patatas fritas de bolsa o un yogurt con bífidus aparentemente saludable son algunos productos que llevan azúcar oculto y en algunos casos en cantidades superiores a las recomendadas por la OMS --menos de 25 gramos al día--; mientras que las frutas, "por muy dulces que sean", no tienen este tipo de azúcar, sino el intrínseco, ha indicado.
Ha asegurado que la tendencia de la industria ahora es añadir que los productos llevan "mucha proteína y entonces ya parecen sanos; antes era la fibra" y ha señalado que las marcas también intentan lanzar productos sustitutos o alternativos al azúcar; primero fueron los light, luego los edulcorantes, de los que ha dicho que "ninguno es bueno para la salud, pero si tuviera que elegir uno sería el eritritol"; y ahora los 0%.
Para la experta en nutrición, no se trata de sustituir el azúcar, "sino reducirlo" en la dieta, sobre todo los ocultos, aunque ha apuntado que uno de los problemas de los etiquetados es que es difícil diferenciar el azúcar intrínseco del libre, al tiempo que ha apostado por potenciar el sabor natural de los alimentos con otros elementos naturales, como canela o jengibre.
Pernas ha expuesto cuatro claves para conseguir reducir el consumo de azúcares y para elegir bien un producto en función del azúcar que contiene sin tener que recurrir a lo que aparece en el envase o a aplicaciones móviles que analizan los productos y que no siempre aciertan.
Estas cuatro claves son que el producto tenga menos de cinco ingredientes, evitar que el azúcar esté entre los tres primeros en cuanto a cantidad, evitar que haya otras formas de azúcar, "como los nombres que terminan en 'osa', almidones o siropes"; y por último que tengan menos de cinco gramos por cada 100 gramos de producto o menos de 2,5 cuando sean 100 mililitros.
Toda esta teoría ha tenido una aplicación práctica en el taller, ya que los asistentes han tenido que asociar dos productos con su correspondiente lista de ingredientes y determinar los requisitos que cumplían cada uno para ser bueno.
Además, la periodista gastronómica y chef Evelyne Ramelet realizó un 'showcooking' de galletas sin azúcares añadidos al utilizar calabacín y tofu de soja; y dos zumos saludables. Esta profesional destacó el papel fundamental que juega el equilibrio en la dieta: "No se trata de renunciar al sabor ni a la creatividad".
"Es una cuestión de elegir los ingredientes adecuados y aprovechar al máximo sus propiedades naturales", ha manifestado Ramelet, quien ha asegurado que este evento ha sido "una oportunidad para mostrar cómo pequeñas modificaciones en nuestras recetas diarias pueden tener un gran impacto en nuestra salud".
Además de su carrera en medios como Radio Nacional de Francia y Canal Cocina, ha trabajado en la promoción de productos locales en eventos tan destacados como la Semana de la Cocina Andaluza en París. Actualmente, lidera la Asociación de Chefs a Domicilio de la Costa del Sol, "lo que la convierte en una de las voces más influyentes en la promoción de la cocina saludable y consciente".